El director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el exjefe sindical Guy Ryder, aseguró que “el mundo del trabajo puede ayudar a terminar con el sida como amenaza para la salud pública, en 2030”, y adelantó que “los próximos cinco años serán críticos”, a la vez que renovó el compromiso del organismo por “un mundo sin ese mal”.
Ryder subrayó que este año 15 millones de pesonas ya accedieron a la terapia antirretroviral, “lo que significó un logro importante en respuesta a la epidemia”, en tanto indicó que “las cifras globales de las nuevas infecciones por el flagelo y las muertes con él relacionadas continúan cayendo, lo que contribuye al logro de los ‘Objetivos de Desarrollo del Milenio’ para detenerlo y revertirlo hacia finales de este año”.
Ryder añadió que la OIT se centrará en llegar a los trabajadores de la economía, a los migrantes informales y a quienes estén obligados a viajar de forma constante y a vivir lejos del cónyuge, lo que los expone más al riesgo de infecciones.
El organismo tripartito reconoció “la importancia de la participación de los grupos de población clave, incluyendo a los más vulnerables, en las iniciativas nacionales para crear empleo y producir protección social”.