ESCUCHARSe trata de los tenedores de títulos de la deuda reestructurada, cuyos montos fueron congelados en 2014 por orden del juez Griesa. Según Kicillof, lo que logró el juez fue “enfrentar a los fondos buitres con los bonistas”.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció que bonistas privados intimaron al Banco de Nueva York (BONY) a que “les pague o renuncie” como agente fiduciario y le dieron un plazo de cinco días, advirtiéndole de que será reemplazado en esa función por el Banco Nación.
Anunció también que fueron notificados de una sentencia dictada por un tribunal de Bélgica que favorece a bonistas europeos que tienen trabados sus fondos en el BONY por decisión del juez Thomas Griesa.
“Hemos sido notificados de una sentencia en Bélgica que les da esta posibilidad a los bonistas”, señaló el ministro, y aclaró que la sentencia fue emitida en una demanda de privados.
En conferencia junto con los secretarios de Finanzas, Pablo López, y Legal Administrativo, Federico Thea, el ministro calificó el anuncio como “un gran triunfo para Argentina, que no se dejó extorsionar”.
Según él, los bonistas decidieron ir a la Justicia para reemplazar al BONY por el Banco Nación si no cumple con el pago, para que un juez decida su reemplazo. Explicó que los bonistas tienen ese derecho porque está contenido en los contratos de los bonos de la deuda en el caso de que el agente fiduciario no cumpla con sus funciones.
539 millones congelados
El BONY tiene en su poder 539 millones de dólares, destinados al pago de bonistas que tienen títulos bajo legislación europea o norteamericana, que fueron depositados por Argentina pero embargados por el juez Thomas Griesa, lo que impidió ese pago.
Ante un reclamo anterior de esos mismos bonistas -entre quienes se encuentra George Soros-, el BONY había argumentado que no podía desobedecer la orden del juez. Hace dos semanas, la Cámara de Nueva York ordenó que esos fondos no pueden ser utilizados para resarcir a los fondos buitres ni a los acreedores que iniciaron acciones legales contra el país, desautorizando a Griesa.
Kicillof precisó que el pedido está siendo formulado por bonistas privados y no por el Gobierno, y afirmó que “los propios bonistas han reaccionado” contra el banco.
Sostuvo que las sentencias del juez neoyorkino Griesa “lo que han hecho es enfrentar a los fondos buitres con los bonistas que entraron a la reestructuración, como intentaron embargar la Fragata Libertad y las reservas al Banco Central”. Precisó que “si prospera el pedido de los bonistas sólo quedarán impagos los bonos emitidos con legislación extranjera”, que Kicillof estimó en 23% del total de la deuda.
Y dijo que los fondos buitres “pretendieron mostrarse como ahorristas, inversores y que de buena fe habían puesto plata”, y que “consiguieron una caja de resonancia local” que pedía que se les pagara. “Ahora se dan cuenta de que la solución no era ir y pagar sino defender los intereses de los argentinos”, afirmó, en el Salón Belgrano del Palacio de Hacienda.
Acusó a los fondos buitres de intentar denunciar a Argentina porque “no paga ni negocia”, y señaló que “lo hicieron con documentales, lobby, solicitadas, notas en los diarios y querían instalar esa posición”.
Señaló además: “Nos advirtieron de que íbamos a caer en default y que los bonistas que habían entrado al canje iban a enojarse con la Argentina, someternos a juicio y pedir la aceleración de la deuda, y la Argentina se estaba autoinfligiendo una propia pesadilla”.
Agregó que “esto pone de manifiesto que era una trampa la idea de pagarles sólo 1.600 millones de dólares, sino que era mucho más y se dispararían reclamos por hasta 500 mil millones”.
Discovery
El 5 de noviembre habrá una nueva audiencia ante Griesa a partir de un pedido de NML Capital y Aurelius para que el juez retire los “privilegios” de la inmunidad soberana a Argentina y avance en el denominado “discovery”, o búsqueda de bienes embargables para hacer efectiva la sentencia. Según los querellantes, Argentina y sus abogados no han entregado hasta el momento la información requerida en la causa.
Los “me too” buscan beneficiarse del fallo original
Griesa acepta más demandas y ahora los reclamos llegan a US$10.000 millones
El juez Thomas Griesa aceptó a más demandantes en el litigio por la deuda contra Argentina y ahora la reclamada asciende a unos 10.000 millones de dólares. Lo hizo al reconocer reclamos de 15 acreedores denominados “Me Too”, con lo cual, el planteo inicial -de US$1.330 millones- ahora asciende a aqauella cifra.
El magistrado concluyó que Argentina no había dado nuevos argumentos para justificar el trato diferencial a varios acreedores similares que tenían 5.400 millones de dólares en bonos incumplidos. Estos tenedores de deuda reclaman “trato igualitario” (los me-too, en inglés) y buscan la misma compensación que lograron los fondos buitres en un dictamen que ordenó a Argentina pagar US$1.330 millones, más intereses.
El magistrado norteamericano ya había aceptado el mismo reclamo en otras 45 demandas que se habían presentado anteriormente, que sumaban alrededor de 6.150 millones de dólares. Griesa tiene convocada una audiencia para el próximo 28 de octubre, cuando escuchará los alegatos de Argentina y de estos bonistas, en una nueva instancia de la batalla judicial con los fondos buitres.
Los abogados que defienden al país sostuvieron en un escrito presentado contra ese pedido que para el país es “imposible” hacer frente a una sentencia en contra, argumentando el bajo nivel de reservas del Banco Central.
“Una reducción de las reservas en el monto de la deuda fuera de pago las llevaría muy por debajo del nivel requerido para sostener de manera apropiada el bienestar de la economía de la República y sus ciudadanos”, señaló el escrito presentado ante Griesa.
