El gigante asiático anunció ayer la mayor revisión a la baja de su moneda en las últimas dos décadas con el objetivo de ajustarla al mercado real. La decisión tuvo impacto directo en las bolsas de todo el mundo. Cómo afectará la medida en Argentina.
China devaluó casi 2% el yuan respecto del dólar, la mayor revisión a la baja del valor de su moneda en dos décadas, y reformó el sistema cambiario para estimular su economía luego de la caída del comercio exterior. Todo ello sacudió los mercados financieros que reaccionaron por temor a un nuevo capítulo en la guerra de divisas que hundió a Wall Street.
El Banco Popular de China anunció en Pekín una renovación en el mecanismo de fijación del tipo de cambio del yuan para tratar de acercarlo a su valor real de mercado, que tuvo como efecto inmediato una caída de 1,9% de la divisa en comparación con el dólar.
Esta etapa de la economía china apunta a favorecer las exportaciones y frenar la salida de capitales del país, aunque las mismas autoridades aclararon que de ahora en más el tipo de cambio quedará más expuesto a las oscilaciones y los mecanismos naturales del mercado, lo que podría, a su vez, abrir las puertas a una nueva devaluación de la moneda, según coincidieron distintos analistas.
La decisión había sido reclamada repetidamente por Estados Unidos que, sin embargo, ayer adoptó una cautelosa posición mediante su Departamento del Tesoro, que consideró que “aún es pronto para juzgar las implicaciones completas de la modificación en el tipo de cambio” aunque interpretó que “estos cambios son otro paso en su camino hacia un régimen cambiario más determinado por el mercado”.
El funcionario del Tesoro subrayó que Estados Unidos “continuará presionando a China sobre el ritmo de sus reformas, incluidas medidas adicionales para una transición hacia un régimen cambiario más flexible y una economía más dependiente en la demanda interna”, y aseveró que “cualquier revés en las reformas supondrían un problemático acontecimiento”.
Cómo afectará
Los analistas coincidieron en señalar que el último movimiento de Pekín golpeará las empresas exportadoras con intereses en el país asiático, desde el sector del automóvil hasta el siderúrgico, por el encarecimiento que traerá aparejado en sus exportaciones.
Después de la decisión, la autoridad monetaria china explicó en un comunicado que se trata de una “adaptación única” que era necesaria porque en el futuro el mercado tendrá “un mayor papel” en la determinación de la cotización y aseguró que mantendrá el yuan estable en un nivel “adecuado”.
La devaluación se produce en momentos en que las exportaciones chinas se encuentran muy debilitadas, que en julio registraron una caída de 8,3 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, hecho que los analistas atribuyen a que en los últimos 12 meses el yuan había ido subiendo casi a la par que el dólar frente a muchas divisas internacionales.
Respecto del euro subió casi 20 por ciento en un año, lo que encareció de manera clara los productos chinos en Europa, principal mercado del país asiático, y si el comercio exterior sigue debilitándose podría estar en peligro el objetivo de crecimiento de 7 por ciento fijado por el gobierno para este año.
Lo que está claro para los analistas internacionales es que la economía del coloso asiático ha ido debilitándose, visto que el PIB paró de crecer a las tasas que tenía acostumbrado a todo el mundo, a lo que sumó otros indicadores que confirman esta tendencia, como las exportaciones y los consumos, hasta las importaciones y el nivel de inversiones.
Una devaluación mayor del yuan puede llevar a la quiebra a numerosas empresas chinas con deudas en dólares, en particular las vinculadas con el transporte aerocomercial o las telecomunicaciones, lo que explica el camino de gradualidad adoptado por el Banco de China, a la par del interés de convertir su moneda en una divisa “alternativa” al dólar y al euro en los mercados mundiales.
La entidad monetaria ejerce un férreo control sobre las oscilaciones en el tipo de cambio del yuan, ya que cada día establece un precio medio llamado “paridad central” del tipo de cambio del yuan con el dólar y permite que fluctúe hasta un máximo de 2%.
Con la acumulación de estas ligeras fluctuaciones diarias, el yuan se revaluó fuertemente en la última década, pero el Banco Central considera que últimamente la cotización que fija para el yuan se había “desviado” respecto de su valor de mercado.
Qué repercusiones tendrá sobre argentina
Puede no afectar exportaciones pero sí elevar importaciones
La devaluación de moneda de China no tendría impacto sobre las ventas argentinas a ese país pero sí puede causar una mayor llegada de productos importados, porque el gigante asiático ganará en competitividad. Así lo señaló el presidente la Cámara Argentino China de
la Producción, la Industria y el Comercio, Ernesto Fernández Taboada, quien consideró que las exportaciones hacia China se van a mantener sin alteraciones.
“Puede haber un pequeño tropiezo inicial, hasta que rápidamente las cosas se acomoden y no sólo no van a bajar sino que van a aumentar”, estimó el directivo.
Argentina es tradicionalmente exportador de soja, aceite, pescado, camarones, productos lácteos y leche en polvo -entre otros productos- para una población que supera 1.300 millones de habitantes.
Fernández Taboada explicó que “si fuésemos proveedores de productos industriales tendríamos que estar preocupados, pero nuestras exportaciones a China se componen fundamentalmente de alimentos y no se van a resentir”. Recordó que “sólo la clase media china es de más de 310 millones de personas, con disponibilidad de dinero, lo que equivale a ocho argentinas”.
Dijo que ese sector “tiene demanda de productos diversos y de alimentos de buena calidad, y eso lo notamos por ejemplo en la gran demanda de carne vacuna que estamos teniendo de ese país, de los cortes más caros”.
Pronosticó además que, “frente a los problemas de comercio exterior que tiene Brasil, es muy probable que China se convierta a fin de año en el principal socio comercial de nuestro país”.
Caídas de las bolsas
– Dow Jones de Industriales cayó más de 200 puntos, mientras que el tecnológico Nasdaq bajó 1,27% y el selectivo S&P 500, 0,95%.
– Del otro lado del Atlántico, las principales plazas financieras terminaron también con fuertes pérdidas: Frankfurt 2,68%, París 1,86%, Londres 1,06%, Madrid 1,41% y Milán, 1,12%.
– También se afectaron los mercados de materias primas, ya que el petróleo de Texas cerró en Nueva York en su nivel más bajo en seis años mientras que el crudo Brent casi perfora 49 dólares.