Carlos Ruiz Benítez, director de Asuntos Internacionales del Paso Agua Negra relató que abrir Chile al mundo les permitió en 30 ó 40 años dar vuelta la realidad del país. “Pasó de ser uno de los tres más pobres de Latinoamérica a ser el del mayor desarrollo, integración y seguridad jurídica”, indicó.
El director de Asuntos Internacionales de la Corporación Paso Agua Negra, Carlos Eduardo Ruiz Benítez, participó del último encuentro del Corredor Bioceánico realizado en las ciudades de Santa Fe y Paraná (Entre Ríos) y, en diálogo con Comercio y Justicia, consideró que haber cerrado la economía no fue la mejor estrategia de Argentina, ya que esto volvió sus empresas menos competitivas.
-Ud. relató que Chile es el país del mundo con la mayor número de tratados de libre comercio. ¿A qué cantidad de mercados llega?
-Alcanzamos 85% de los mercados del mundo. Comerciamos con 60 países con arancel cero. Eso es lo que le ha permitido a Chile posicionarse en el mundo con una marca país.
-¿Cómo explica eso?
-Sucede que hay dos formas de economía: abierta y cerrada, y la que finalmente está teniendo éxito en el mundo es la economía abierta. La cerrada, como la que lleva adelante Brasil y Argentina, que es restrictiva, busca proteger su industria interna. Pero protegerla demasiado la vuelve menos competitiva, ya que a sus empresas no les resulta necesario competir con nadie porque no se permite el ingreso de nadie. Por ende, los industriales de esos países cerrados se quedan con menos avances y menos tecnología. En cambio, Chile dejó sus puertas abiertas, permitió todo ingreso y egreso, y entre lo que ingresó, hubo tecnología. Eso permitió, entre otras cosas, que los industriales chilenos se midieran con el resto del mundo y crecieran, se efectivizaran, innovaran y lograran ser más competitivos.
Esto posibilitó a Chile dar vuelta la realidad y pasar de ser importador de tecnología a exportadores de tecnología minera, por ejemplo. Era impensado hace 30 ó 40 años.
-¿Qué dificultades atravesaron para lograrlo? Porque hay países que optan por lo contrario y seguramente tienen sus fundamentos.
-Optan por un modelo proteccionista por temor. Es lo mismo que sucede en las familias. Cuando un padre protege mucho a su hijo, puede suceder que el hijo se quede, no avance y no esté lo suficientemente preparado para enfrentar el mundo. Chile pasó de ser, hace 40 años, una de las tres economías más pobres de Latinoamérica, a ser hoy el país más desarrollado de la región, el de mayor integración, el de mayor seguridad económica y jurídica. Un argentino puede ir a Chile y montar una empresa y nadie le va a decir nada. En cambio para venir aquí, por ejemplo, uno se encuentra con un montón de trabas. Y eso hace que las empresas argentinas se mantengan tapadas, protegidas, y no siempre es bueno. Generalmente hace dificultoso que esas firmas puedan adaptarse al mundo actual. Son modelos opuestos. Hay que poner en la balanza con cuál de ellos te va mejor. A lo mejor en un modelo cerrado pero con menor cantidad de casos de corrupción la cosa fuera mejor, pero el grave problema de Latinoamérica es la corrupción y lamentablemente Argentina y Brasil son de los dos países más corruptos.
-Respecto del proyecto del Túnel de Agua Negra y teniendo en cuenta el contexto de un Chile integrado, desarrollado y una Argentina y un Brasil cerrados ¿qué beneficios le trae a Chile el Corredor Bioceánico?
-Es muy simple, responde a la visión hacia la nueva integración Latinoamericana. Siempre estamos mirando hacia Estados Unidos y Europa. Debemos mirarnos a nosotros mismos porque aquí tenemos todo lo que necesitamos. Ésa es la nueva visión de Chile, además de las posibilidades de negocios y de intercambio comercial que pueden surgir entre estos países a partir de la concreción del túnel.
-¿Han estimado la cantidad de dólares que se pueden movilizar en mercadería a través del paso?
-Hay un estudio de la Universidad Católica del Norte que se está haciendo, pero aún no está terminado. De todos modos, estimamos que son miles y miles los millones que pueden movilizarse en exportaciones.
Financiamiento del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mostró interés por aportar 1.200 millones de dólares para la concreción de la obra de construcción del Túnel de Agua Negra, que unirá Argentina y Chile por San Juan. Así lo confirmó el ministro de Infraestructura de esa provincia, José Strada. “Podría haber financiamiento del BID ya que le interesa porque es estratégico. Ahora bien, tenemos una estrategia de licitación distinta y las empresas que se presenten tendrían un grupo de bancos que prestaría el dinero. Son 18 consorcios los interesados y en este escenario, aparece el BID. Con ellos se amplía la oferta de empresas de otros países. Lo veremos”, dijo Strada. La obra iniciaría en 2016.