ESCUCHARPablo Fernández, coordinador editorial de la iniciativa, brindó detalles de la manera de operar y de crecer que tiene esta organización, la primera en la región dedicada al fact-checking.
Por Pablo De La Vega – [email protected]
La ONG argentina de contraste y validación del discurso público, Chequeado (http://chequeado.com), trabaja desde hace unos meses en la organización de su comunicación y de sus desarrollos tecnológicos para consolidarse como entidad referente en el fact-checking y exportar su modelo a otras organizaciones públicas y privadas de Latinoamérica.
De hecho, Chequeado fue la primera organización con raíz periodística que implementó el modelo de fact-checking en América Latina, pero ya existen varias iniciativas similares en la región, algunas de las cuales recibieron el know how de Chequeado por medio de la exportación del modelo de servicios.
Se tata de una ONG que busca ser financieramente sustentable con un staff de sólo 10 integrantes -más voluntarios-, y procura alcanzar ese objetivo por medio de un core de negocios que es una rara gema en estos tiempos de periodismo desvirtuado y disfrazado de marketing: Chequeado analiza afirmaciones de personajes públicos -políticos, economistas, empresarios, sindicalistas y periodistas, entre otros-, sin discriminar por su orientación partidaria o ideológica, y las somete a un estricto procedimiento de ocho pasos: 1- selecciona una frase del ámbito público; 2- pondera su relevancia; 3- consulta a la fuente original; 4- consulta a la fuente oficial; 5- consulta a fuentes alternativas; 6- ubica en contexto; 7- confirma, relativiza o desmiente la afirmación; 8- califica (en una escala que tiene gradientes como “Discutible”, “Insostenible”, “Engañoso” y “Exagerado”, además de los habituales Verdadero y Falso).
Además, la organización tiene objetivos bien definidos, lista que comienza con uno que es una declaración de guerra a los datos falsos en el discurso público: “Elevar el costo de la mentira”.
Comercio y Justicia dialogó con Pablo Fernández -que llegó a Chequeado en febrero para ocupar el rol de coordinador de Innovación editorial- sobre el camino recorrido por la organización, los desafíos de un año electoral y la validación del discurso público como ejercicio habitual de la sociedad.
-¿Cómo es tu llegada a Chequeado?
-Después de haber sido editor en La Nación y de las revistas Apertura e Information Technology, llego a Chequeado para ordenar todo lo que se había hecho en materia de productos, que fueron generados de una manera correcta pero que no estaban integrados: Chequeo colectivo en tiempo real, DatoCHQ, la app DatoDuro y la red de chequeos Chequeador. A pesar de que tengo el sombrero de la innovación también soy periodista, lo que me permite “jugar en toda la cancha”. Si se necesita que un día esté editando, puedo editar.
-Encontraron la manera de exportar el método, no solamente en forma de ONG sino también para iniciativas privadas en medios importantes. ¿Cómo es esa vinculación con privados?
-Por ejemplo, O Globo es un medio grande que quería hacer chequeos y nosotros le dimos herramientas para hacerlo. No somos fundamentalistas que pensamos que la única manera de hacerlo es la nuestra pero sí nos parece interesante que una cosa se mantenga siempre: el concepto de que alguien reconocido sea más cauto en “mandar fruta”. Es un desafío, pero por ahora va saliendo.
-El objetivo es naturalizar en la gente y en los referentes que lo que se dice puede ser chequeado, contrastado y calificado. En este año electoral, ¿a dónde apunta Chequeado.com?
-Para nosotros este año es como el Mundial: elecciones y cambio de gobierno. Actualmente, hay mucho discurso pero que no tiene datos. Lo que vamos a hacer seguro es chequear los spots y hacer visible que hay candidatos que no están diciendo nada. O hablan de conceptos tan abstractos como “el futuro” o la “familia” pero ¿cómo te vengo a medir dentro de dos años si cumpliste lo que dijiste en la campaña? En Argentina no hay debates y no está bueno que esto sea así. Porque después no hay manera de medir si un candidato cumple o no. Queremos que la gente haga propio el ejercicio de contrastar el discurso, y que sea común para funcionarios y políticos el asesorarse y prepararse antes de soltar versiones o números que pueden ser contrastados. En poco tiempo vamos a empezar a trabajar en eso para difundir cuántos datos hay en las campañas nacionales, y queremos hacerlo en algunas provincias también.
De la Sota, a contraluz
Chequeado lanzó un informe de calificación sobre el gobernador José Manuel de la Sota, en el que se refirió a las declaraciones de campaña que hacían referencia a la baja de impuestos. En la publicación calificaron como “engañosa” la frase: “Yo gané en Córdoba rebajando 30% de los impuestos y los mantuve a lo largo de 17 años” de De la Sota, por el incremento en la presión fiscal en Córdoba con el aumento de las alícuotas y la creación de nuevas tasas.
-¿Tuvieron alguna repercusión oficial sobre el chequeo de José Manuel De la Sota?
-Sé que lo publicaron medios cordobeses y me llamaron para hacer alguna nota. No sólo en este caso de De la Sota sino en general: cuando tocamos algún tema que involucra a alguna región, en ese lugar genera ruido. De hecho, nos gustaría contar con las manos suficientes para hacer chequeos también en las provincias, sobre todo cuando el tema tiene impacto nacional, como es en el caso de De la Sota, al que chequeamos porque es candidato presidencial. Empapeló toda la ciudad de Buenos Aires y está en el imaginario de la gente.
-¿Cómo es la reacción de los políticos y funcionarios con Chequeado?
-La reacción es “variopinta”, digamos… A nadie le gusta que le digan que está equivocado. Es general. Pero el tema es cómo reacciona.
-Que los políticos tengan en cuenta a Chequeado ¿hace que quizá se preparen más antes de formular declaraciones?
-Nos pasó en un debate sobre vivienda, que se había realizado en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aies (CABA), en el que los precandidatos a Jefe de Gobierno se cuidaron mucho con lo que decían porque sabían que nosotros estábamos ahí. Que a Chequeado lo tomen como referente es fundamental en esta época en la que está todo tan polarizado. Nos encantaría que la Presidenta diga algo sobre Chequeado. Todavía no pasó, pero claramente nos leen cerca de ella. Nuestra idea no es sólo: “entrá a Chequeado a ver qué pasó” sino que vos tengas la antenita (sic) más alerta para darte cuenta si algo te suena a verso. La idea es que gente que ni siquiera sabe que existe Chequeado se beneficie del fact-checking y que exista esa cultura de validar lo que se dice.
-¿Esa búsqueda de la cultura del chequeo habla de tu rol en Chequeado? ¿Posicionamiento, y diferentes herramientas y plataformas?
-Todos hacemos un poco de todo. Pero mi función es la estrategia en redes sociales. Todos publicamos en las redes como Chequeado y a través de nuestras cuentas, pero somos un grupo chico y por eso podemos apegarnos a una estrategia en redes. Lo que queremos hacer ahora es ir un poco más allá.
La organización
– Integrantes estables: 10 personas. Seis periodistas, una socióloga, una politóloga (Carolina Caeiro – cordobesa), una Lic. en Relaciones Internacionales y un diseñador. Voluntarios: 25
– Redes sociales: 85,5 K seguidores en Twitter y 22 K Me Gusta en Facebook.
– Presupuesto 2013: $1.191.067
– Presupuesto 2015: $4.514.000
