La Cámara de Acusación de Córdoba confirmó la elevación a juicio de la causa por el femicidio de Paola Acosta y ratificó así la decisión del juez de Control, Luis Nazzis.
En el banquillo de los acusados estará el padre de la nena -Martina-, Gonzalo Lizarralde, como el supuesto autor del homicidio de Paola y las agresiones a su propia hija. De ser condenado, podrá recibir una pena a prisión perpetua. La defensa de Lizarralde había apelado el fallo de Nazzis, pero ayer la Cámara avaló la elevación a juicio.
Cabe recordar que a Paola la apuñalaron y la dejaron tirada junto con su hijita, de un año y nueve meses, en un desagüe de Córdoba capital, el 17 de septiembre del año pasado.
Según consta en el expediente, el día del crimen Lizarralde iba a conocer a su hija. También era la fecha pactada por la Justicia para que pagara 1.400 pesos por alimentos. Un ADN había determinado su paternidad y debía asumir esa responsabilidad, a pesar de que ya no era pareja de Paola.
El femicidio fue caratulado por los medios como “el crimen de la alcantarilla”. El expediente judicial dice que se trató de un “homicidio doblemente agravado por violencia de género y por alevosía” por el asesinato de Paola, y la misma imputación pero en grado de tentativa para el intento de asesinato de la beba.
A Paola, de 36 años, la buscó su familia durante tres días. Su cuerpo estaba en una alcantarilla en la intersección de la Av. Zípoli y la calle Igualdad, frente a una panadería de barrio Villa Urquiza. Cuando encontraron el cadáver, la bebé había logrado sobrevivir 80 horas. El llanto había llamado la atención de los vecinos, quienes fueron claves para el rescate.
Después de pasar 11 días internada en el Hospital de Niños local, Martina se recuperó. Hoy vive con su tía y sus abuelos. Mientras tanto, su papá espera el juicio preso en el Penal de Bouwer.