Durante 2022, en el marco del avance de estrategias contra el cambio climático, la transformación de los parques automotores tomó protagonismo. Aristas de una discusión que muestra la tensión entre lo necesario y lo posible
Por Luz Saint Phat
Aún en el marco de fuertes polémicas entre los países que integran el bloque, la Unión Europea (UE) confirmó sus metas de movilidad sustentable en octubre de este año.
Un comunicado de la Comisión Europea (CE) expresó su satisfacción por un acuerdo alcanzado por el Parlamento y el Consejo de Europa, que garantiza que todos los autos y camionetas producidos a partir de 2035 en la región serán de “cero emisiones”.
Mientras, se exigirán nuevos estándares de dióxido de carbono (Co2) para los vehículos a producir hasta ese momento, con una reducción de 55% para autos y de 50%, para camionetas, en 2030.
Al ratificar el plazo, Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo dijo: “El acuerdo envía una fuerte señal a la industria y los consumidores: Europa está adoptando el cambio hacia la movilidad de cero emisiones”.
Se entiende que los esfuerzos por erradicar los autos a combustión interna están orientados a reconvertir el sistema productivo y de consumo, con el objetivo de desarrollar estrategias más efectivas contra el cambio climático; sobre todo, en países cuyo desarrollo llevó a un casi nulo cuidado y conservación de los recursos naturales.
Esta meta global no está en discusión intrínsecamente, pero sí es necesario un segundo análisis sobre la posibilidad de cumplir plazos que requieren una transformación significativa no sólo en las cadenas de valor del sector automotor, sino también en los conductores/consumidores.
Por otro lado, en un punto más profundo, los debates también se orientan a pensar si realmente la movilidad eléctrica puede disminuir las emisiones de manera significativa y si los países están preparados para cambiar sus parques automotores y para reorganizar su matriz energética.
Por estas razones, países como Italia, Portugal, Eslovaquia, Bulgaria y Rumania habían analizado -previamente al comunicado- la posibilidad de prorrogar el plazo al menos en cinco años.
Argentina
En el caso de Argentina, la cuestión de la movilidad sustentable también se instaló como un tema importante en la agenda pública, aunque todavía no se logra consenso.
Entre varios puntos, la propuesta establece que desde 2041 no será posible comercializar vehículos con motor de combustión interna nuevos en todo el territorio nacional.
Aunque entre las estimaciones oficiales figuran la generación de una cantidad significativa de puestos de trabajo, el proyecto no avanzó parlamentariamente en 2022.
Hay iniciativas similares que ingresaron este año al Congreso, como la Ley de Promoción de la Electromovilidad y la que crea el Programa de Fomenta a la Electromovilidad en la República Argentina.
En septiembre, se aprobó y publicó en el Boletín Oficial la Ley de Promoción de Inversiones en la Industria Automotriz- Autopartista y su cadena de valor, que tiene aspectos vinculados con la movilidad sustentable y el cuidado del medio ambiente.
En tanto, las terminales automotrices argentinas agrupadas en la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) anticiparon recientemente que están trabajando en “un proyecto propio” que genera las condiciones para promover inversiones en electromovilidad.
“El cambio es inexorable”, aseguró en ese momento el titular de la entidad, Martín Galdeano. “Los autos electrificados son una realidad en Argentina, y se espera un crecimiento”, destacó.
Aun así, las dudas persisten y el debate se extiende debido, fundamentalmente, a lo relacionado con la matriz energética.
Matriz energética
Al respecto, el presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (Fecac) y de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), Gabriel Bornoroni, explicó a Comercio y Justicia algunos temas claves de la discusión.
“Todos estamos de acuerdo en una movilidad sustentable pero no está demostrado aún que un auto eléctrico sea la mejor movilidad sustentable para el futuro”, dijo el referente para esta edición anuario. “Tenemos que empezar a trabajar previamente en una matriz energética sustentable, porque hoy estaríamos enchufando un vehículo eléctrico a una electricidad generada por hidrocarburos”, agregó.
Por otro lado, Bornoroni señaló que “en Argentina se ha demostrado que el gas y los biocombustibles son la transición hacia una matriz energética sustentable”. “¿Para qué nos ponemos a hacer una ley de electromovilidad cuando tenemos que hacer una ley de transición energética?”, cuestionó.
“Europa se va hacia lo eléctrico porque no tiene ni petróleo ni gas y lo tienen que comprar. Entonces están viendo cómo hacer para ser autosuficientes. Argentina, en realidad, tiene que pensar en una matriz energética nueva a través de los biocombustibles y del gas, modificar las fuentes de electricidad y entonces hablar de movilidad eléctrica”, indicó.