miércoles 20, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Productores de hasta 100 tn de maíz, los únicos que tendrán “retenciones cero”

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Un informe del Ieral minimizó la relevancia de la compensación que recibirán los pequeños productores agrícolas por el PEPPG que anunció la Presidenta, en función de los montos que ya cedieron la campaña pasada al Estado en concepto de derechos y cupos de exportación .

Un informe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral, de la Fundación Mediterránea) minimizó la incidencia que tendrá el Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos (PEPPG) anunciado el lunes pasado por la presidenta Cristina Fernández, luego de asegurar que sólo aquellos que hayan obtenido durante la campaña pasada hasta 100 toneladas de su implantación de maíz, habrán logrado compensar los montos que cedieron al Estado en concepto de derechos y cupos de exportación.

“Sólo un productor de hasta 100 toneladas de maíz estará recuperando, gracias al nuevo programa, todos los ingresos cedidos”, se destacó en el trabajo difundido ayer, que lleva la firma de Juan Manuel Garzón.

En efecto, el informe cuantificó los montos que actualmente transfieren los productores de trigo, maíz y soja por tonelada comercializada, utilizando los precios de mercado (FOB, FAS observado Rosario).

En ese sentido, se detalló que un productor que hoy vende soja resigna (transfiere al Estado) 1.317 pesos por tonelada por efecto de los derechos de exportación. Si vende trigo los ingresos que transfieren ascienden a 845 pesos por tonelada, y si es maíz suman 446 pesos por tonelada. En los dos últimos casos, Garzón destaca que para los cereales la transferencia tiene dos orígenes: por un lado el efecto de los derechos de exportación; por el otro el efecto de los cupos de exportación.

“Lo que he considerado aquí es la diferencia de la valuación de los cereales a partir de la aplicación de cupos de exportación. Esto se logró comparando series extensas de precios”, explicó el economista ante la consulta de Comercio y Justicia.

Asimismo, agregó que se podrían haber incorporado otras variables de costos para los productores, como lo que deben pagar por la tenencia de los cereales hasta que se autoricen las ventas, monto que termina incidiendo en la percepción del productor, “pero habría sido muy complicado y discutible para ser calculado”, indicó.

A esos montos iniciales, que resignan actualmente los productores por la intervención del mercado -que son independientes del tamaño de la explotación agrícola-, Garzón los comparó con lo que recibirán bajo el PEPPG, y consideró que “el nuevo programa lejos está de equilibrar ‘salidas con ingresos”, ya que sólo quedó exceptuado el caso del productor maicero que obtuvo el año pasado hasta 100 toneladas.

En tanto, un pequeño productor de hasta 100 toneladas que produce solamente soja, recuperará 34% del ingreso que resigna por los derechos de exportación. Si produce entre 300 y 400 toneladas de soja estará recuperando sólo 13,7% del ingreso cedido.

“Estos porcentajes se modificarán un poco hacia arriba o hacia abajo en función del monto que efectivamente se termine transfiriendo a otros actores de la cadena, monto que queda determinado cuando el productor comercializa su producción”, se indicó.

Equiparable a Ingresos Brutos
“El hecho de que el nuevo programa no devuelva a los pequeños productores todos los ingresos que éstos ceden por la intervención de mercado, implica que seguirá pesando sobre este segmento una importante carga asociada a la política pública”, aseguró.

En ese sentido, Garzón indicó que el peso de la carga puede medirse como un descuento efectivo (en porcentaje) sobre los ingresos totales que los productores obtendrían en un escenario sin intervención de mercado.

Desde otra perspectiva, los ingresos que seguirán “perdiendo los productores pequeños por la política pública pueden ser equiparados a aquellos que resignarían en un escenario de libertad de mercado pero en el que se aplica un impuesto, con distintas alícuotas impositivas, sobre la facturación de los productores”, indicó.

“En este caso, un productor de soja de hasta 100 toneladas seguirá resignando, luego de haber recibido la transferencia del PEPPG, 23% de sus ingresos brutos. Es decir, es como si tributara un impuesto de 23% de sus ingresos brutos”, dijo, y explicó a este medio: “En Argentina las provincias cuentan con el Impuesto a los Ingresos Brutos aunque en la mayoría de los casos las actividades primarias se encuentran exentas. Sin embargo, si se equiparare éste con lo que cede el campo, las alícuotas que se aplican para el resto de las actividades económicas son muy inferiores. Vale tener como referencia que, en Córdoba, están en un rango de 1% a 10% según las actividades, con un valor mediano que está cerca de 3% o 4%”.

La lectura política…
“Para cierta dirigencia del agro, el PEPPG resulta un avance. Se trata de una lectura muy parcial. Debe advertirse de que el PEPPG valida la permanencia de una elevada carga sobre el sector como un todo y avala la continuidad de una política que genera una fuerte transferencia de recursos del campo hacia otros actores de la economía. Más aún, el PEPPG resulta insuficiente incluso para modificar la ecuación de los pequeños productores, quienes este año, de márgenes muy ajustados, terminarán cediendo al Estado y otros actores de la economía más recursos de los que recibirán en compensación”, evaluó Juan Manuel Garzón en el informe del Ieral.

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