El alto magistrado señaló que ese acotamiento, signado por la ley, en manera alguna significa gobernar. También respondió a las críticas que Cristina Fernández hizo el sábado sobre el caso del atentado a la embajada israelí.
“El Poder Judicial debe poner límites. No significa que sustituya la acción de gobierno. Significa que no hay poderes ilimitados”. Con frases de este tenor, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, matizó su discurso en el acto de apertura del año judicial, en la Sala de Audiencias del Palacio de Tribunales.
El titular del más alto estrado jurídico del país estuvo acompañado de los ministros Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda, en tanto el ministro de Justicia, Julio Alak, encabezó la delegación del Poder Ejecutivo. También estuvo presente la procuradora General, Alejandra Gils Carbó.
Varios jueces federales se hicieron presentes, como Ariel Lijo, Rodolfo Canicoba Corral, Julián Ercolini y Daniel Rafecas, entre otros, así como el titular de la UEJN, el gremialista Julio Piumato.
Las palabras de Lorenzetti eran esperadas con expectativa después del discurso que la Presidenta pronunció el domingo en el Congreso Nacional, cuando se refirió al “Partido Judicial” y a la supuestamente pobre actuación de la Corte en el caso de la voladura de la embajada de Israel. En el comienzo de su discurso, el titular de la Corte Suprema habló de las víctimas de distintas tragedias que sucedieron en el país: “Tenemos que verlas con rostro humano, no son expedientes ni objeto de disputas políticas”.
Manifestó Lorenzetti: “Es tiempo de terminar con la impunidad. De nada sirve que digamos esto es un problema de uno o de otro”, y agregó: “No está mal que hablen los poderes. Debe ser uno de los pocos países del mundo donde se censura el diálogo entre poderes”.
En ese tono, habló de la independencia y afirmó que “los jueces no deben ceder a las presiones”, y pidió que se avance en la cooperación de los distintos poderes del Estado.
“Quienes redactaron la Carta Magna pensaron en un equilibrio de poderes; por eso los jueces pueden declarar la inconstitucionalidad de las leyes”, ilustró, para subrayar:
“Mientras estemos aquí no toleraremos ninguna acción extrema que ponga en riesgo el Estado de Derecho por parte de ningún sector”.
En obvia referencia a la postura oficialista de impulsar una Justicia popular, Lorenzetti remarco: “Hay que decir que el Poder Judicial nunca va a ser popular. Sería un error que los jueces busquen la popularidad”.
Embajada
Luego se refirió al tema de la causa de la embajada de Israel, sobre lo que recibió críticas de la Presidenta de la Nación. Al respecto, Lorenzetti dijo: “Hubo una sentencia en el caso de la embajada de Israel. Determinó una imputabilidad y era a Hezbollah. Nosotros no podemos, como tribunal, modificar eso, es cosa juzgada”, expresó.
El alto magistrado recordó que sobre el caso se hicieron “peticiones al Poder Ejecutivo”, por lo que reclamó “políticas comunes de cooperación entre los poderes del Estado para solucionar poderes concretos y no caer en declaraciones abstractas”.
Finalmente, dejó un par de frases contundentes: “Estamos para la gente que clama justicia. Cuando hay personas clamando justicia ¿qué tipo de diferencias podemos tener? Tenemos que ser más adultos en esto y ponernos a trabajar”, la primera. Y: “El Poder Judicial debe poner límites. No hay poderes ilimitados”, la segunda.
Sobre lo último, resumió: “Poner límites es la función de los jueces. Eso no es gobernar. El juez debe ser imparcial y aplicar las leyes igual para todos. En eso se juega la credibilidad del Poder Judicial. La imparcialidad es la función judicial. No dejarse guiar por ninguna otra idea que no sea la ley”, señaló.