ESCUCHARLa coyuntura política y económica hace caer el interés en invertir en hacienda. La caída en la venta de campos en Córdoba supera 95%. Los precios han bajado hasta 50%, igualándose a los de los años 2004 y 2005.
El 80% de las principales empresas que hace cuatro años atrás invertían en el campo, hoy vende sus propiedades para dedicarse al rubro en otro país.
Así lo confirmó a Comercio y Justicia uno de los principales operadores inmobiliarios rurales de la provincia de Córdoba, Rubén Crocce, socio de la Inmobiliaria Rubén y Joaquín Crocce, especialista en Campos y Hacienda.
“No hay interés en invertir en estas condiciones debido a políticas negativas para las producciones agrícolas y ganaderas de cría, recría invernada o tambo. Ochenta por ciento de las principales empresas que invirtieron hace cuatro, seis y ocho año años atrás, hoy está ofreciendo propiedades para irse a comprar a otros países con reglas claras para tener rentabilidad y crecimiento”, precisó.
Parte de lo mismo, es la grandiosa baja que se observa en la venta de campos, que en Córdoba se acerca a 95% en relación con 2013 y/o 2012. “Se debe a la falta de permisos para controlar el renoval y para poder desarrollar nuevas hectáreas con monte”, indicó el operador.
La incertidumbre política y económica, que da lugar a un escaso incentivo para producir, se suma entre las causas principales de este descenso, lo que trae aparejado una abrupta disminución en las cotizaciones de las parcelas en relación a años anteriores.
Mientras los campos destinados a la actividad agropecuaria en la zona pampeana registran precios de hasta 20% por debajo de los tasados en los últimos períodos, específicamente en la provincia de Córdoba los valores han derrapado, excediendo ese porcentaje.
“El precio por hectárea sufrió una caída que va de 30% a 50% con relación a los años 2010 y 2011, ubicándose a en los valores en el período 2004 y 2005”, señaló Crocce.
“Ya casi no es rentable dedicarse a la agricultura, por el aumento de los costos, los bajos rindes que generan las sequías, la presión impositiva y porque las retenciones no van contra las ganancias sino contra la facturación; de esa manera, el que pierde más, paga más”, opinó días atrás el empresario Gustavo Grobocopatel.
Según consultas en inmobiliarias del rubro, los mejores campos del norte bonaerense, el sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba, se están tasando a precios de entre US$15.000 y US$16.000 la hectárea.
Los valores coinciden con los de Compañía Argentina de Tierras (CAT), que establece un valor promedio de US$16.000 la hectárea para campos de Pergamino, Rojas y Salto, en el norte bonaerense.
El panorama es desalentador -fuerte suba de costos, alto nivel de retenciones, elevada presión impositiva, mercado cambiario desdoblado y dólar paralelo alejado en 50% del valor oficial, conducen a una rentabilidad muy lejana a la de los días “dorados” de la hacienda argentina, según consideran los especialistas-.
No obstante, esta situación se agrava, según Crocce, porque el Estado no permite ingresar a inversores extranjeros y tampoco hay oferta de créditos a tasas internacionales, lo que arroja un escenario en deterioro progresivo, por lo menos, hasta la “llegada de nuevas políticas para el sector”.
