Taller DF es un taller de diseño de accesorios para mobiliario. Específicamente, fabrica tiradores para muebles y los comercializa -en casas de decoración y bazares- en todo el país. Proyecta duplicar su producción y generar un nuevo producto este año.
En el taller de María Leonor Ferreira se respira arte. Los productos que diseña y fabrica -junto a su hermana- imprimen color y un toque de buen gusto a los espacios. Arquitecta de profesión, encontró su camino en la decoración de la mano de un producto pequeño y muy específico: tiradores para muebles. “Taller DF (como se llama su emprendimiento) surge como marca en México DF, donde viví por cinco años. Empecé sola vendiendo espejos decorados en un bazar de diseño.
En ese mismo lugar, vendía muebles y como me parecían muy feos los tiradores a la hora de elegir un herraje y me cansaba de cargar muebles, empecé a gestar la idea de dedicarme sólo a los herrajes. En 2011 volví a Córdoba y empecé a hacer los primeros tiradores con mi hermana Belén”, cuenta a Comercio y Justicia la emprendedora, al tiempo que asegura que en ese momento buscaba un negocio propio para dejar de ser empleada y detectó esta oportunidad.
“Somos doce personas aproximadamente; todos familia. En casa somos poco comerciantes, pero muy artistas”, dice Ferreira al ser consultada sobre cuántas personas trabajan en su taller.
Y el hecho de tener fuertes inclinaciones al arte y no muchas aptitudes comerciales hizo que, en sus comienzos, este emprendimiento “marchara lento”. “Hasta que conocí a mi novio Ramiro, que sabe vender ,y él me ayudo a salir a ofrecer los productos y a exponer más la marca”, agrega.
El producto
Concretamente, Taller DF produce tiradores para muebles de distintos modelos y colores. Los productos se venden en casas de decoración y en algunos fabricantes de muebles y percheros. Acerca del proceso de producción, la emprendedora explica: “Mandamos a hacer las perillas de madera, ponemos el perno, pintamos, estampamos, y barnizamos. Luego se embolsa y entrega”. Si bien “depende de la época del año”, el taller maneja una producción aproximada de 800 piezas por semana. Y las proyecciones que la empresa tiene -a mediano plazo- son duplicar las ventas y -a largo plazo- crear otra familia de productos.
Los tiradores se pueden encontrar en casas de decoración y bazares de casi todo el país.
Además, la empresa planea producir piezas en cantidad para poder ser comercializadas en casas de herrajes. “Exponemos en ferias grandes en Buenos Aires y además llevamos un seguimiento permanente de los clientes durante el año”, dice. Si bien no tienen mucha, la mayor competencia de estos productos son los tiradores chinos que ingresan, a veces, en contenedores completos y que “inundan el mercado con costos bajos”, según destaca la emprendedora, quien asegura que en esos momentos sus ventas disminuyen. En esta misma línea, Ferreira agrega que el principal diferencial de las piezas que fabrica respecto de la competencia es que están hechas de madera, un material más “noble y duradero”.
Fruto del esfuerzo
La falta de financiamiento es, desde la óptica y experiencia de esta emprendedora, la principal dificultad cuando se apuesta por una empresa propia. A esta traba le suma también el alto costo de tener empleados y el riesgo de juicios laborales. “Son todas cosas que evitan que se pueda crecer”, dice.
“Cuando comenzamos, no necesitamos una gran inversión. No fue un monto de dinero inicial, sino más bien mucho dinero y trabajo puesto a lo largo de mucho tiempo, sin esperanza de recuperarlo rápido. Aún hoy se gasta mucho en pruebas, muestras, moldes, materiales, de los cuales se recupera sólo un porcentaje”, asegura Ferreira y agrega que el emprendimiento se financia con sus mismos ingresos.
Para ella, “abandonar rápidamente” es un error habitual que repiten los emprendedores. Y sobre esto, asegura: “Creo que todo tiene un proceso de maduración y que no se llega a un producto satisfactorio muy rápido, sino con tiempo de trabajo y consultando a los clientes, a los posibles compradores. Como dice mi hermana, lo importante no es ‘qué se hace’ sino ‘cómo se lo hace”.
El año pasado, buscando oportunidades para financiación, dieron con el concurso Ideas Emprendedoras que organiza la Secretaría Pyme de la Provincia. El resultado final fue muy positivo, ya que fue uno de los proyectos ganadores. “Nos dio la oportunidad de que se conozca el proyecto y nos da impulso para seguir”, finalizó.
La empresa
– Taller DF produce tiradores para muebles de distintos modelos y colores. Los productos se venden en casas de decoración y en algunos fabricantes de muebles y percheros.
– El emprendimiento resultó seleccionado entre los diez mejores del concurso Ideas Emprendedoras que organiza la Secretaría Pyme de la Provincia. En esa oportunidad, el proyecto recibió un premio en efectivo de 12 mil pesos.