El entendimiento se logró luego de que Nación autorizó una rebaja de US$7 en la cotización del barril de crudo, que se trasladará al precio de venta al público. Ayer, un informe de Ecolatina advirtió de las posibles implicancias de una baja de este tipo: desaliento de las inversiones.
El Gobierno nacional acordó anoche con las provincias petroleras una rebaja de 7 dólares en la cotización del barril de crudo, que se traducirá en una disminución de 5% en los precios de venta al público de los combustibles.
Así lo informó anoche el senador y dirigente gremial de los petroleros, Guillermo Pereyra, uno de quienes participaba de una reunión que se llevaba a cabo en el Ministerio de Economía.
Luego de reunirse con los diez gobernadores integrantes de la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) y empresas petroleras, el Gobierno logró acordar esa rebaja, algo que ocurre en el marco de la reducción de los precios internacionales del crudo.
Antes de conocerse este anuncio, la información que se manejaba en la previa de la reunión es que el ministro de Economía, Axel Kicillof, pretendía una baja de 10% a partir de enero.
Finalmente la cifra fue la mitad.
Parte de la negociación llevada a cabo por Kicillof implicaba también la reducción de 10% de la carga impositiva que pesa sobre la venta de las naftas en los surtidores, estableciendo un nuevo esquema de retenciones a la exportación, con una alícuota móvil que variará en función de la evolución del Brent.
Frente a ese escenario, las provincias petroleras intentaban oponerse a la iniciativa, al entender que perderían importantes recursos por regalías. Lo mismo sucedería con la petrolera estatal YPF porque vería afectado su plan de inversiones, al bajar sus ingresos por las ventas a un menor precio.
Este escenario de precios en baja se repitió en la mayoría de los países del mundo, a partir del descenso de más de 40% del precio internacional del petróleo, que fue trasladado en parte a los valores que pagan los consumidores.
Cuidar las inversiones
Cuando todavía no se sabía el resultado de estas negociaciones, la consultora Ecolatina difundió un informe en el cual advirtió de las consecuencias que podría tener en las inversiones “necesarias para lograr el incremento en la producción local”
El informe difudido ayer detalló que el menor precio de la energía supone un alivio en las cuentas externas: “En los primeros diez meses de 2014, el déficit energético argentino contrarrestó parte del ingreso de divisas proveniente de las exportaciones del sector agropecuario (complejo sojero y maicero), actualmente la principal fuente de dólares que tiene Argentina”.
“Si en 2015 el valor del crudo se mantiene en los bajos niveles exhibidos en diciembre, esto implicaría un abaratamiento de las importaciones de energía, indispensables para que la economía local pueda producir, y una mejora en el deteriorado superávit comercial”, señala el texto.
En ese sentido, detalla que en lo que refiere a ingresos fiscales, la disminución de las exportaciones de crudo y sus derivados repercutirá negativamente vía menores retenciones sobre las ventas al exterior. Sin embargo, la baja de recaudación se verá más que compensada por la menor necesidad de subsidios al sector energético.
Al trasladar los conceptos a números, Ecolatina indicó: “Si se mantienen los actuales precios del petróleo, el sector público recaudará en 2015 aproximadamente 2.400 millones de pesos menos en concepto de derechos de exportación”. Por otro lado, ante un abaratamiento de las importaciones de combustibles, los subsidios energéticos se verán reducidos para 2015 en 17.500 millones de pesos. “Por lo tanto, el impacto en términos globales será positivo para las cuentas públicas en cerca de 15.100 millones (0,3% PBI)”.
Sin embargo, pese a este impacto, la consultora advirtió de que “respecto a los precios domésticos, el Gobierno deberá manejar esta caída de forma tal de no generar desincentivos a la producción del sector”, ya que el fuerte aumento en el precio interno (41% en 2014 -según la consultora- en un contexto de desplome internacional) “sirvió como un factor atrayente de inversiones”, por lo que “si a partir de ahora la caída se traslada al ámbito local, el efecto podría esfumarse”, se indicó.
La mezcla fue récord
– La mezcla del etanol con nafta registró en noviembre último 62,3 millones de litros, lo cual constituyó un nuevo récord para el sector y colocó a esta industria muy cerca de alcanzar el corte de 10%, según lo que destacó ayer la Cámara de Alcoholes.
n Esta entidad precisó que del total de etanol mezclado con nafta, 57,5% se produjo en plantas cuyo insumo principal es el maíz. En tanto que el restante 42,5% provino del etanol elaborado en el Noroeste Argentino (NOA) en base a caña de azúcar.
– La cifra alcanzada en noviembre representa un corte de 9,5% de etanol con nafta y, de acuerdo con las estimaciones de la institutción empresarial y tal como lo establece la resolución 44/14 de la Secretaría de Energía, este mes de diciembre se llegará a 10%.