Según un estudio existen cinco tipos de consumidores dependiendo de la manera en que se relacionan con estas festividades. Antes de realizar sus compras, investigan opciones, buscan los precios más favorables y utilizan principalmente el medio online.
La Navidad es el momento del año en el que las marcas apelan en mayor medida al componente emocional desde la comunicación para generar mayores ventas, aprovechando que los consumidores aumentan su gasto.
A su vez, los consumidores -antes de realizar las compras navideñas- investigan en busca de las opciones y los precios más favorables. Para esto, utilizan principalmente el medio online, que les permite buscar y comparar precios a la vez que les ofrece acceder a las opiniones de otros consumidores, así como también realizar recomendaciones sobre su propia experiencia.
Así lo reveló el último informe de la Agencia de Medios Ignis, que tiene como temas central la Navidad en Argentina, para conocer cuáles son los hábitos de los consumidores durante esta celebración.
De la investigación surgió que la comunicación emocional de las marcas, permite profundizar la conexión con ellas así como también, fidelizar a los clientes. En esta época, los consumidores están más abiertos a escuchar lo que las marcas quieren decirles y, a su vez, están más activos en su relación.
Las ventas navideñas en comercios minoristas en 2013 experimentaron un crecimiento de 4,6%. Mientras, según diversas fuentes, se espera una variación positiva de ventas para el mismo período de este año. Según un informe de Deloitte sobre los hábitos de compra en Navidad en Latinoamérica, 4 de cada 10 consumidores planeaban utilizar las redes sociales para planificar sus compras navideñas.
Cinco tipos
Según el informe , se pueden distinguir cinco tipos de consumidores dependiendo de la manera en que se relacionan con estas festividades y según sus hábitos de consumo y elecciones. En primer lugar están los espirituales: que buscan el bienestar, estar bien consigo mismos y con el entorno más inmediato.
En segundo plano, los “familieros”, a quienes que les gusta compartir en familia. Estos dos primeros consumidores prefieren regalos simbólicos.
En tercer puesto se destacan los materialistas, que son más superficiales, viven el momento y no se realizan cuestionamientos profundos. Ellos eligen obsequios tecnológicos, principalmente.
En cuarto sitio están los insatisfechos, que son cuestionadores. Las reuniones familiares son deseadas pero sentidas como obligación y compromiso.
En quinto, los coleccionistas que experimentan la Navidad como un momento para revivir la historia personal. Son muy sensoriales. Estos dos últimos optan por regalos “indulgentes”.