Se sumarán un equipo que diseñará una máquina eléctrica para la industria apicultora; otro dedicado al desarrollo de implantes dentales; un equipo para la producción de biosensores de etanol para la industria vitivinícola y un emprendimiento que apunta a un servicio que permite conocer algunas propiedades de materiales orgánicos.
Desde febrero próximo, la Incubadora de Empresas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) será un poco más grande. Cada año que pasa se van incorporando nuevos equipos emprendedores con una idea novedosa para construir una empresa de base tecnológica. En 2015 entrarán al sistema de incubación cuatro equipos más. Los proyectos surgieron de la última convocatoria Tecnoemprendedores, lanzada este año.
En esta oportunidad se sumarán un equipo que diseñará una máquina eléctrica para la industria apicultora (producción de miel); otro dedicado al desarrollo de implantes dentales mediante la aplicación de conocimientos de ingeniería médica; un equipo para el desarrollo de biosensores de etanol para la industria vitivinícola y un emprendimiento que desarrollará, aplicando cálculos de física cuántica, un servicio que permite conocer algunas propiedades de materiales orgánicos.
Con estas nuevas incorporaciones ya son 20 las futuras empresas que se están incubando en la UNC. Abajo, una breve descripción de las propuestas que comenzarán a trabajar el próximo año.
Tecnología en producción de miel
Argentina es uno de los mayores productores de miel de abejas del mundo: 60 mil toneladas al año, en su mayoría para la exportación, y más de 60% la producen pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, el sector sufre un retraso tecnológico importante. Los apicultores siguen haciendo gran parte del trabajo de forma manual, lo que repercute en la salud del trabajador, pero también en la calidad del producto y en la productividad de la industria.
Es por ello que un equipo de especialistas de la UNC se dedicará a desarrollar un novedoso sistema eléctrico en la Incubadora de Empresas. El mecanismo permite reducir los movimientos de carga durante la cosecha de miel. Le permite liberar las manos al apicultor y reducir la cantidad de viajes. Conlleva un sistema de elevación para la carga y descarga del producto. El emprendimiento se llama “Muzen”, y lo lideran un ingeniero agrónomo de la UNC, Enrique Sosa -quien es además productor del sector apicultor-, y Javier Di Paola, diseñador industrial.
Ingeniería médica
Dos médicos y un ingeniero biomédico de la UNC formaron Bio Inar, un proyecto de empresa para el asesoramiento en materia de implantes dentales, de cráneo y guías quirúrgicas. La idea es buscar soluciones para los pacientes conjugando el uso de imágenes médicas (tomografía axial computada, resonancia magnética nuclear, escáner 3D) y sistemas de impresión 3D.
La empresa planificará y realizará simulaciones de este tipo de cirugías, y también construirá guías quirúrgicas a medida de los pacientes.
Bio Inar fue formada por el ingeniero biomédico Adel Arja, la médica endocrinóloga Ana María Arja y el médico cardiólogo Víctor José Arja.
Nuevos sensores de etanol
En la producción de vinos es determinante la medición de concentración de etanol. Ello permite optimizar la fermentación y controlar la calidad del producto. Los equipos que realizan este trabajo son generalmente importados, lo que aumenta su costo, y además requieren un manejo especializado. Asimismo, no son portátiles y requieren tener laboratorios, haciéndolos accesibles sólo a las grandes bodegas.
En este sentido, un grupo de químicos de la UNC ideó un biosensor que detecta selectivamente etanol de forma rápida y confiable. Según explicaron los autores, la tecnología consiste en una matriz enzimática (una membrana) que genera una señal química que es detectada por un dispositivo electrónico, que luego se procesa en un software y proporciona al usuario el nivel de alcohol analizado.
El equipo lo conforman Lucio Simonella, Fausto Comba, Lucas Colombo y Andrés Colombo, todos egresados de la UNC.
Supercomputadoras y física cuántica
Quantum organics es el nombre de la empresa que se incubará en la UNC, que llevarán adelante Franco Bonafé, Carlos Medrano y Candela Wettstein, bajo la dirección de Cristián Sánchez, todos egresados de la Facultad de Ciencias Químicas. Lo que se pretende es brindar un sofisticado servicio: predecir propiedades ópticas de sustancias orgánicas de manera virtual para las empresas que desarrollan celdas solares orgánicas y pantallas de LED orgánicas.
Es decir, el servicio permitirá predecir las propiedades ópticas de ciertas sustancias en un “laboratorio virtual”, sin tener que hacer los experimentos o reduciéndolos al mínimo. Para ello se utilizan supercomputadoras de alto desempeño, como Mendieta, y se aplicarán cálculos de física cuántica.