El conflicto entre el Gobierno nacional y las entidades de la Mesa de Enlace ocupa la escena política y ecónomica del país desde hace casi un año y medio, pero aún quedan muchas zonas grises en esa disputa. Según Luis Hocsman, investigador de la UNC y Conicet y director del Doctorado de Estudios Sociales Agrarios de la UNC, este conflicto “no pone en juego el modelo exportador de materias primas predominante” y está motivado por intereses políticos antes que económicos. Asimismo, defendió la facultad del Gobierno de fijar retenciones y consideró que este instrumento “no es un atentado contra el federalismo, sino todo lo contrario”.
– ¿Qué intereses están en juego en la disputa entre el Gobierno y la Mesa de Enlace?
– Lo que seguro no está en juego es el modelo exportador de materias primas predominante, más allá de que en el fervor de la contienda el Gobierno se haya manifestado en contra de eso. Es por eso que sorprende la ambición desmedida de lucro de los sectores que se han beneficiado tanto.
De todas maneras, el conflicto está centrado en lo político antes que en lo económico. Esto puede apreciarse en las implicancias que ha tenido este conflicto a nivel de las alianzas electorales, de la presencia en el Parlamento, de los medios. No es lo económico lo que dota de razón al planteo que pueda tener la Mesa de Enlace, sino que es una cuestión de poder vinculada a un reacomodamiento de las relaciones de fuerza de un modelo neoliberal, si bien es cierto que los Kirchner cambiaron levemente el rumbo.
– ¿Qué opinás sobre la facultad de fijar retenciones por parte del Gobierno?
– Las facultades delegadas no son un privilegio excepcional que se le otorga a Cristina Fernández, sino que vienen de Menem y De la Rúa. Es decir que, siendo una cuestión constitucional, no son discutibles.
Pero sobre las retenciones hay un punto que es necesario aclarar: las cuatro entidades y muchos gobernadores, incluso Schiaretti, argumentan que es un atentado al federalismo el hecho de que haya retenciones. En realidad, es todo lo contrario, porque es lo que hace posible que otras provincias que no tienen privilegios de carácter ambiental o estructurales -del tipo que fuera-, se puedan ver favorecidas por una redistribución. Me parece muy importante que existan las retenciones y que sea el Gobierno de la Nación quien pueda redistribuir esos fondos.
De otra manera, dentro del esquema que plantea Schiaretti, uno podría pensar que la propuesta es cercana a la de algunas provincias de Bolivia. Es cierto que no plantea un separatismo, pero -en términos económicos- esto de guardar solamente para los cordobeses lo que se produce acá se le parece. Por lo menos sería importante que no dijera esto en nombre del federalismo.
– ¿Por qués no se han frenado los procesos de sojización y de concentración de la tierra en el país?
– Porque aún no hemos salido en ese plano de un modelo neoliberal, donde lo que prima es la rentabilidad del mercado, tanto sobre los sistemas de propiedad como sobre la circulación de bienes, capitales y mano de obra. Ese esquema no cambió, de manera que lo que es más rentable, lo que tiene mayores posibilidades económicas de imponer esas relaciones sociales, lo hace. Ahora, coyunturalmente, dada la rentabilidad que tiene, predomina la soja, pero después será otra cosa. Lo que ocurrió, en líneas generales, es un proceso de expansión capitalista sobre el campo, que tiene distintas manifestaciones: la punt