ESCUCHARQue Córdoba está presentando este año novedades en materia de novelas es, a estas alturas, un lugar común. Pero no deja por ello de ser verdad. Una verdad que se reinventa y presenta nuevos matices. Una realidad cultural que no agota nuestra capacidad de asombro.
La última, por lo menos hasta ahora, de tales novedades atañe al primer y más bajito segmento de lectores de literatura: el segmento infanto-juvenil.
Para éste, la autora Camila López Naguil (jujeña pero cordobesa por adopción) acaba de publicar Las elegidas de Osiria, una novela que se inscribe en el género fantástico.
El libro está pensado para un público a partir de 10 años de edad, y su trama desarrolla la historia de un muchacho llamado Emmet Grim, quien vive con su abuela y su madre en Mádarar, un pueblo imaginario situado en un lugar desértico y asociado a una maldición que “se las trae”: toda su población masculina muere al cumplir 18 años. Pero como toda regla tiene su excepción, y de excepciones se nutre la trama literaria, una persona ha conjurado ese particular: el propio abuelo de Emmet. El niño lleva en su sangre un misterio que buscará desentrañar, en un camino marcado por la aventura y la intriga, en el cual la magia y los afectos tendrán un papel preponderante.
Como puede verse, se trata de una obra que combina todos los elementos propios del género fantástico para jóvenes, pero inscribiéndolos en temáticas “adultas” o “serias” -por decirlo de alguna manera-. Eso partiendo de la suposición de que los adultos somos serios.
Lo cual no ocurre en todos los casos y, ciertamente, no en lo que respecta a los autores de esta columna.
Camila es una autora con un claro poder para captar los aspectos profundos de una situación, y los describe y adapta para esos pequeños seres, en la frontera entre la niñez y la juventud. Los “niños viejos” o “jóvenes muy jóvenes” han sido uno de los segmentos más revalorizados por la literatura actual, de la mano del fenómeno de Harry Potter.
Hace relativamente poco tiempo, el mercado editorial descubrió en ellos un nicho de lectores comprometidos que ha buscado explotar. “Compiten” en números de venta con los pesos fuertes del rubro, como la novela romántica o la de tipo histórico.
La novela de Camila se inscribe en los productos más acabados del género. Entretenido pero no banal. Un libro que trata a sus lectores como lo que son: personas en cambio, en desarrollo, en proceso de ganar su autonomía en la sociedad.
La propia autora, en una reciente entrevista, se refería a ello. Evocaba la frase de Cortázar, quien a la pregunta “¿De dónde vienes?”, él respondía “de mi infancia”. Todos, sin excepción, provenimos de allí. Y la vida se compone tanto de azares como de elecciones. Y tanto en uno como otro grupo, los libros que leemos tienen un peso fundamental en determinar lo que podemos llegar a ser, o de qué forma lo somos.
Camila sabe de la profundidad de la huella que deja un texto a esa edad. Y se embarca en esta producción literaria suya, a ayudar a ese lector que busca despertar su imaginación, aprender, crear.
Bienvenida sea entonces la novela de Las elegidas de Osiria, como diría Borges, para aquellos lectores a quienes se halla destinada, aunque todavía no lo sepan hasta leer su primera línea.
* Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. ** Agente de la Propiedad Industrial
