Presupuestó $105 millones para 2015. Busca que la tarifa suba por debajo de 25% y se ubique en torno a $6,40 -$0,70 por debajo del valor “teórico” calculado en la minuta de costos-. El proyecto entraría en 10 días y se tratará en el Concejo en extraordinarias. Ante el atraso en el ajuste, Fetap ultima detalles de un duro comunicado e insiste con un boleto de $8,50.
Por Alfredo Flury – [email protected]
La Municipalidad de Córdoba estudia restituir los subsidios al transporte urbano de pasajeros como forma de reducir el impacto del aumento en el precio del boleto, proyecto que será enviado al Concejo Deliberante en los próximos 10 días.
La intención del Ejecutivo municipal es que el ajuste sea debatido en sesiones extraordinarias del cuerpo deliberativo y, en lo posible, aprobado antes de fin de año.
La estrategia apunta a morigerar un aumento que, en principio, iba a llevar el boleto a un valor en torno a $7,10, posiblemente de manera escalonada entre enero y marzo próximos.
Ese precio implicaría una suba de 34% respecto al actual.
Ahora la idea es que la suba no supere 30% y de esta forma evitar el golpe de un incremento contundente en un servicio público básico.
La alternativa fue admitida a Comercio y Justicia por fuentes empresariales al tanto de la posibilidad. El municipio, en tanto, evitó que se filtrara cualquier detalle aunque reconoció que se analizan “distintas posibilidades”.
La restitución de los subsidios apuntará así a evitar que el mayor costo de la prestación del servicio se traslade de manera directa a los usuarios.
En ese marco y en función del valor final que se resuelva y que en definitiva ingresará como proyecto al Concejo Deliberante, el Ejecutivo debería activar aportes a las empresas por un monto de entre $50 millones y $100 millones, según la suba que esté dispuesto a convalidar.
De hecho, en el proyecto de Presupuesto figuran previstos $105 millones con ese destino (ver Transferencias, abajo).
Por ejemplo, si el aumento “teórico” que da la minuta de costos fuere de $7,10, tal como había trascendido, con un aporte de $105 millones anuales se lograría reducir el valor a $6,40. Esta tarifa implicaría un aumento de 20,7% respecto a los $5,30 actuales.
El monto surge de multiplicar los 70 centavos por los cerca de 150 millones de boletos que cortará el sistema en 2015, estimativamente. No obstante, el municipio supone que serán aún más.
Como fuere, la decisión de subsidiar parece tema resuelto y en todo caso las dudas pasan por el monto a aportar que redundará en el valor final del boleto.
La estrategia de destinar fondos a las empresas para evitar un aumento mayor en las tarifas es contraria a la manifestada por el propio intendente Ramón Javier Mestre tiempo atrás.
De hecho, va en contra de la política anunciada por el jefe comunal en campaña, cuando sostenía que había que “sincerar” las tarifas.
Esa postura, sin embargo, debió ceder ante las presiones de los costos y de las empresas por lograr un aumento del boleto.
El último fue en junio pasado, cuando el municipio activó subsidios hasta el 31 de diciembre próximo por casi $45 millones para las tres prestatarias privadas, destinados a cubrir el desfase que generó el último aumento de sueldos a los choferes, particularmente en el tramo que no es cubierto por los subsidios nacionales.
No obstante, la intención de Mestre era “cortar” esos aportes al momento del vencimiento, esto es que en 2015 no continuaran. Ahora la decisión significa una reconsideración de esa postura.
Si bien las empresas están al tanto del tema, exigen una decisión inmediata. De hecho, según pudo conocer este medio, preparan por medio de la Federación de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (Fetap) un crítico comunicado buscando sumar presión para una determinación respecto al valor del boleto.
Concretamente, el texto -que vería la luz entre mañana y el viernes- advertiría de las consecuencias en la prestación del servicio en las condiciones tarifarias actuales.
Con todo, la difusión de ese comunicado estará relacionada con que el municipio convoque a las compañías a una reunión para explicitar la evolución del expediente con el aumento del boleto o bien que ingrese al Concejo Deliberante el proyecto con valores “acordes” con los que exigen las prestatarias en función de sus propios estudios de costos.
Según éstos, el precio del boleto debería situarse en $8,50, con independencia de los subsidios nacionales vigentes para cubrir parte de los costos salarial y del gasoil.
“Ese valor es sin considerar la paritaria 2015, que exigirá una nueva revisión de costos”, dijo una fuente empresarial.
Por lo demás, el municipio apunta también a otras alternativas para evitar una suba sustancial en el precio del boleto, admitieron las empresas. Esa estrategia está relacionada con continuar incrementando la cantidad de boletos cortados más allá de las combinaciones gratuitas o a menor costo, y así mejorar la ecuación económico-financiera de las prestatarias por esa vía y no necesariamente mediante las tarifas. Según las compañías, esa alternativa -por ahora- es “marginal”. La comuna opina lo contrario.
La decisión del municipio apunta en todo caso a buscar resquicios para evitar un incremento grande en la tarifa de un servicio básico, cuyo ajuste tiene consecuencias en la economía diaria de miles de cordobeses y, paralelamente, en el humor social para con la administración municipal.
Sin embargo, difícilmente Mestre pueda evitar el costo político que implica una suba. Con todo, intentará al menos morigerar el impacto mediante la estrategia en marcha, de cara al inicio de un año electoral, para el cual el intendente no oculta sus apetencias políticas.
De hecho, la idea es mostrar una suba por debajo de la inflación real y diferenciarse de la Provincia, que convalidó un aumento para el transporte interurbano de 36% -escalonado en tres tramos-. En cualquier caso, el aumento, por menor que sea, seguramente sumará críticas en el debate legislativo y al momento de su aplicación.
Transferencias
Dentro del rubro Transferencias, particularmente de la Secretaría de Transporte, el Ejecutivo presupuestó $105 millones para financiar erogaciones corrientes y, en concreto, ese monto está destinado a “subsidios a instituciones”. La cifra es el monto teórico que se destinaría a las prestatarias para reducir el impacto del aumento del boleto.