Por Evelin Chiaraviglio
La polémica protagonizada este año por el gobernador De la Sota y su “ejército de tuiteros” centró la mirada en el uso que les dan los políticos argentinos a las redes sociales. Quiénes son y cómo tuitean los más influyentes en la web.
La polémica protagonizada este año por el gobernador De la Sota y su “ejército de tuiteros” centró la mirada en el uso que les dan los políticos argentinos a las redes sociales. Quiénes son y cómo tuitean los más influyentes en la web.
Cuáles son las voces políticas más escuchadas en la red del microblogging es una pregunta no tan fácil de responder. Sucede que la influencia en Twitter no sólo se mide por la cantidad de seguidores sino por la capacidad para conducir a la acción. Cuando se comparte algo en las redes sociales o en la vida real y la gente responde, eso es influencia, independientemente de la cantidad de followers. Para ilustrar esta premisa, basta con decir que, según un relevamiento realizado por Comercio y Justicia, la presidenta Cristina Fernández (@CFKArgentina), figura en el puesto número uno por su cantidad de seguidores (3.260.000) pero actualmente está segunda en influencia on line, con 82/100. Ocurre que, si bien es muy bueno tener gran cantidad de followers, lo que realmente importa es cómo la gente se involucra con el contenido de los tuits. En muchos casos es mejor tener un público pequeño y comprometido que una gran red que no responde a lo que se propone desde determinada cuenta.
Se completa el ranking
El ranking de las voces más importantes del país en Twitter incluye a otros políticos de renombre, como el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri (@mauriciomacri), y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli (@danielscioli), quienes están en segundo y tercer puesto respectivamente, en carrera por conseguir el millón de seguidores (cifra que, por ejemplo, la cantante cordobesa Coki Ramírez supera cómodamente).
En cuarto lugar, superando el medio millón de followers, está Aníbal Fernández (@FernandezAnibal), seguido de Sergio Massa (@SergioMassa), con más de 400 mil seguidores. En sexto lugar aparece el jefe de Gabinete, Jorge M. Capitanich (@jmcapitanich), con casi 375 mil tuiteros que lo siguen. El jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta), y el dirigente social Luis D’Elia (@Luis_Delia) continúan en la lista, uno con casi 255 mil seguidores y el otro con cerca de 147 mil.
Tuitear en cadena nacional
La Presidenta, al igual que en las cadenas nacionales, en Twitter se caracteriza por un estilo verborrágico. En una época, previa a las elecciones del año pasado, llegó a disparar 54 tuits en una hora. En general, festejará algún acto de inauguración, que ilustrará con fotos o con videos, como hizo recientemente en oportunidad del lanzamiento del satélite ARSAT1. Apuntará su ira contra los fondos buitres y “la cadena nacional del miedo y del desánimo”, refiriéndose, por ejemplo, a Radio Mitre como “Radio Buitre”, o le propondrá a sus seguidores un juego de “enigmáticos” del estilo: “Qué tiene que ver Duhalde con el Sr. Pardo, el banco Mariva o el contado con liqui?” y luego descargará un relato en varios tuits que no dejará bien parados a los políticos opositores.
influencia
Cuando se comparte algo en las redes y la gente responde, eso es influencia
Ahora bien, no siempre se mostrará combativa sino que revelará sus preferencias (como su predilección por la serie Game of thrones, entre otras). Citará la canción de la película Tanguito, al Indio Solari y a Silvio Rodríguez. No usa hashtags. Remata en inglés. Postea fotos de comunicaciones con el Vaticano. Se queja de los títulos que, a su criterio, los diarios no publican. Y plantea un largo etcétera de temas que, al 23 de octubre de 2014, sumaban más de 6.300 tuits.
Pese a su gran cantidad de seguidores, llama la atención que la mandataria no contesta a nadie y habla para “todos y todas”. Es que “no hablar con su audiencia, no escuchar y dedicarse a hablar de sí mismo es todo lo que un usuario de Twitter jamás debe hacer y de seguro tampoco un presidente de gobierno”, según apunta Gabriela Castellanos, reconocida publicista venezolana, quien se tomó la tarea de evaluar cómo manejan los líderes iberoamericanos su twitter en un informe titulado Políticos Iberoamericanos en Twitter: Reprobados.
La exposición de la Presidenta en Twitter contrasta con la del vicepresidente Amado Boudou. A pesar de sumar más de 374 mil followers, el vice no tuitea desde el mes de agosto, lo cual difícilmente obedezca a una estrategia comunicacional, sino a su situación personal. Disminuyó mucho su nivel de exposición pública, hecho que también se trasladó a las redes.
Redes: efectivas pero “letales”
Finalmente, se suma a este ranking nacional el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota (@DelaSotaOK), con más 91 mil followers, cuestionado en su momento por haber contratado a un “ejército de tuiteros”. Fue el periodista Ernesto Tenembaum quien prendió la luz de alerta cuando, al final de una entrevista radial, le dijo: “Usted sabe que nos pasa algo cuando sale al aire. De repente, como con ningún otro político, aparece gente tuiteando todos mensajes muy parecidos. En un horario donde generalmente el reportaje político no tienen mucha repercusión en Twitter”.
Esta maniobra comunicacional que estaría usando De la Sota deja en evidencia que las redes sociales son un arma de doble filo. Efectivas, cuando el objetivo es alcanzar a millones de personas con un mensaje. Pero letales, si no se cuenta hasta 10 antes de clickear “postear” o “tuitear”. La audiencia es demasiado amplia como para ignorar las consecuencias ya que, por ejemplo, de los aproximadamente 255 millones de usuarios activos de Twitter, 4,7 millones están en el país, de acuerdo con recientes investigaciones de mercado sobre el consumo de Internet.