El dato es a junio pasado. Es apenas 12,6% mayor que el del último trimestre del año pasado. En tanto, es carenciado severo un grupo familiar con ingresos netos menores de $2.013. Los datos pueden asimilarse a pobreza e indigencia y difieren sensiblemente de otros indicadores que fijan los límites muy por encima de esos valores. Las cifras son claves para el Ministerio de Desarrollo Social.
El Gobierno provincial considera que una familia sufre “carencias” si tiene ingresos netos por debajo de 4.650 pesos. En tanto, si sus recursos perforan 2.013 pesos, esa familia tiene “carencias severas”.
Así se desprende de los últimos datos actualizados por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia, basados en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) correspondientes al trimestre abril-junio de este año. El indicador es apenas 12,6 por ciento mayor que el registrado en el último trimestre del año pasado, primer dato oficial disponible en esta nueva metodología de medición dispuesta por Estadísticas a los efectos de otorgar un insumo básico al Ministerio de Desarrollo Social para que, con base en esos parámetros, decida el otorgamiento o no de beneficios sociales o bien de tarifa social, entre otras políticas.
La información de Estadísticas se basa en una familia tipo integrada por dos adultos mayores y dos menores.
A diferencia de la línea de pobreza e indigencia que medía Indec a partir del valor de una canasta y que también registran otras entidades, como el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippes), el Centro de Almaceneros y el Sindicato de la Alimentación, en el caso de este indicador se mide un porcentaje de la mediana de los ingresos de los hogares según la EPH. De hecho, la primera de ellas (Cippes) ubica el umbral de pobreza en $5.914 , con lo cual concluye en que 32% de los cordobeses se encuentra en ese estado.
Así, 50% de la mediana de ingresos marca el límite de la carencia, y 25% de la mediana el límite de la carencia severa.
Llaman la atención las diferencias entre esos parámetros y otros, por ejemplo días atrás Almaceneros midió que para no ser indigente, una familia tipo necesitaba ingresos de $3.899,72, en tanto ese monto ascendía a $7.566,90 para no ser pobre. Los valores corresponden a septiembre pasado. Según esa medición, la canasta alimentaria subió 33,91% en los primeros nueve meses del año.
De acuerdo con los datos oficiales informados por Estadísticas para el último trimestre de 2013 bajo esta metodología de cálculo, 71.454 familias eran consideradas carentes. La carencia severa afectaba entonces en el Gran Córdoba a 19.316 familias.