El Senado trataba anoche el Presupuesto 2015 en el marco de una extensa sesión en la que el oficialismo confiaba en tener los votos para convertir el proyecto en ley pasada la medianoche.
Se preveía que el bloque del Frente para la Victoria aprobara el proyecto en soledad, dado que la oposición cuestionó las estimaciones económicas para el año próximo y acusó al Gobierno de “mentir sistemáticamente” con los números.
El presupuesto para el último año de gestión de la presidenta Cristina Fernández prevé una inflación de 15,6%, un dólar a $9,45 y un crecimiento de 2,8%. Además, estima gastos por 1 billón $347 mil millones, ingresos corrientes por $1 billón 296 mil millones, un resultado primario de $50.448,9 millones y un saldo positivo de 1,02%.
El oficialista Aníbal Fernández, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, abrió el debate con una exposición sobre el escenario internacional, en la que se refirió a la desaceleración de China y Brasil y señaló que, por ello, “el canal comercial de contagio de la crisis sigue vigente”. Señaló Fernández: “Si nuestros socios no crecen, no nos compran a nosotros”, al tiempo que advirtió de que “los principales analistas dicen que la caída aún va a seguir siendo en 2015 y 2016”.
También sostuvo que “se critica el aumento del gasto público” pero “ha sido una herramienta poderosa de la transformación de los últimos 10 años” y, respecto de la “pérdida de superávit gemelos”, atribuyó esa caída al pago de deuda y la necesidad de paliar la pérdida del autoabastecimiento energético.