Especialistas en oncología apuntan a que los pacientes no vivan un stand by en sus vidas para tratarse de un cáncer y derribar mitos que atemorizan.
Mayor precisión para atacar tumores, protegiendo tejidos sanos y acortando los tiempos de los tratamientos es a lo que apuntan los avances en radioterapia por medio de tecnología de punta.
Con una inversión que supera los tres millones de dólares, este jueves y en el marco del “Mes de sensibilización sobre el cáncer de mama”, el Centro Médico Privado Deán Funes presentará un acelerador lineal Trilogy de Varian, único en el país.
“El tratamiento del cáncer de mama con radioterapia ha cambiado muchísimo. Todo el tratamiento del cáncer cambió y tiende a una conducta mucha más conservadora. Por ejemplo, en mama: no sacar la mama, no sacar muchos gánglios, para que después la paciente pueda tener una vida plena y se recupere más rápido. En tratamientos generales de quimioterapia, por ejemplo, se usan drogas menos tóxicas, mejor toleradas y la radioterapia no está fuera de este contexto”, indicó María Fernanda Díaz Vazquez, directora médica del mencionado centro que se dedica exclusivamente a oncología con tratamiento de radioterapia.
“Al tener mayor precisión -continúa explicando- uno puede dar dosis más elevadas y acortar los tiempos de tratamiento. Además, tiene la posibilidad de saber cual fue la dosis real que el paciente recibió en el órgano indicado. Esto es algo nuevo en Argentina y no hay ningún otro sistema de radioterapia que lo tenga. Permite repasar qué se hizo cada día e incluso rediseñar el tratamiento si fuera necesario. Es un equipo versátil, para tratar distintos tipos de órganos, para proteger distintos tipos de tejidos sanos, pudiendo, con ayuda de las imágenes, ver y replanificar todos los días qué es lo que le hacemos al paciente”.
Para graficar, la especialista señaló que, en el caso del tratamiento sobre mama, la precisión está dada para proteger el corazón, el pulmón y las costillas. “Lo que hacemos es como tallar una escultura alrededor del volumen que uno tiene que irradiar para no tocar el tejido sano circundante. Además, tiene la particularidad de que irradia cuando el paciente exhala”, explicó.
Asimismo, señalo que lo que antes era un tratamiento de alrededor de 30 días hoy se puede realizar en 16, dependiendo los casos según el tipo de tumor y la etapa en la cual se encuentra.
Erradicar mitos
Hoy se piensa en que la persona pueda llevar una vida plena no sólo después sino durante los tratamientos. En esta línea, Díaz Vazquez subrayó la importancia de derribar mitos acerca de la radioterapia. “Hoy la mujer necesita volver a trabajar pronto o trabajar durante el tratamiento, seguir con sus hijos, su pareja. La mujer no debería poner un stand by (pausa) en su vida para tratarse”.
Es por ello que enumeró un par de mitos que hay que derribar para que los pacientes, informados, pierdan los miedos.
“Las personas deben saber que la radiación que se da no es cobalto, que no quema sino que tiene un efecto secundario, la dermatitis, que es un enrojecimiento de la piel. Otro mito es que no se puede tomar sol durante la radioterapia, y a mi no me gusta hablar desde la prohibición sino desde la prudencia. Durante el tratamiento sugerimos el uso de pantalla solar en la zona irradiada, disfrutar un momento de pileta en familia y luego, al salir del agua, colocarse una remera. La radioterapia no hace caer el pelo, excepto que se irradie la cabeza; y no se transmite”, concluyó.
Agenda
• Hoy: Álvaro Martínez, especialista en radioterapia guiada por imágenes, proveniente de Estados Unidos, diserta sobre el tema en el Hotel Sheraton, a las 19. Abierto para profesionales.
• Jueves 23, a las 20: inauguración formal del nuevo acelerador lineal en el Centro Médico Deán Funes.