Participan desde ayer del encuentro que se lleva a cabo en Río de Janeiro, durante el cual, además, se reunirán con recicladores de ese país y con integrantes del Movimiento de Trabajadores sin Tierra.
La sede de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), en el barrio porteño de Constitución, fue el lugar de encuentro para que 48 recicladores urbanos de Rosario, Córdoba, el conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires iniciaran su viaje a Río de Janeiro, ciudad anfitriona de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Se trata de 35 jóvenes de entre 18 y 25 años, de distintas cooperativas cartoneras reunidas en el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y en la Federación de Cartoneros, a quienes se sumaron 13 coordinadores mayores.
“Recibimos un correo del papa invitando a los jóvenes a participar de la Jornada, para lo cual recibieron becas para alojamiento y comida; y nosotros hicimos distintas actividades para cubrir el transporte”, contó Juan Grabois, abogado del MTE.
En el predio de la CTEP, en medio de las bolsas de dormir, las valijas y las banderas, se destacaba un cofre que en su interior contenía una cruz: “Es el regalo que le llevamos al papa”, explicó Gabriel Villareal, de la cooperativa cartonera de Villa Fiorito.
El joven, de 18 años, que “cartonea” junto a su familia desde los seis, detalló antes de subirse al ómnibus que lo llevó a Brasil que el obsequio “está todo hecho de cartón; lo hacen los compañeros de la cooperativa Tras Cartón”, integrada por unos 50 adolescentes de entre 15 y 16 años.
El papa “va a valorar esta cruz más que si fuera de oro, porque está hecha con materiales reciclados por las manos de jóvenes cartoneros”, destacó Sergio Sánchez, presidente de la Federación.
Sánchez participó, como invitado del papa, a la misa inaugural del pontificado de Francisco, a quien conoció en el año 2008, cuando el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio celebraba misas en la plaza de Constitución bajo el lema “Por una sociedad sin esclavos ni excluidos”.
Mariana Chávez, de 20 años, también integra la delegación: “Todavía no lo puedo creer, porque yo clasifico basura en un centro de reciclado de Barracas, con mi mamá, y ahora puedo ver al papa y compartir con otras chicas que trabajan el cartón y viven en otro país”, compartió con los medios.
Sánchez destacó que el viaje “es más que participar de la Jornada, es cultural, es de aprendizaje. Nos va a dar fuerza para seguir adelante”, dijo, y resaltó que “es un gesto más del papa para con los humildes, porque no me gusta decir ‘pobres’, porque esa palabra se te instala en la cabeza y pensás que no salís más. ‘Humilde’ es un término que da dignidad”.
El grupo realizó una parada con el fin de encontrarse “con compañeros del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra” (MST), confirmó la dirigente.
Si logran acercarse al pontífice, adelantaron que le pedirán “que siga haciendo las cosas con humildad como las está haciendo, que rece por todos y que siga confiando en nosotros”, deseó en voz alta Sánchez.