Tras el traspié electoral sufrido en las últimas elecciones legislativas y las renuncias de Graciela Ocaña y Ricardo Jaime, el gobierno profundizó ayer la reformulación del gabinete nacional: Carlos Fernández dejó de ser el ministro de Economía y lo reemplazará Amado Boudou; Aníbal Fernández pasará a la Jefatura de Gabinete en lugar de Sergio Massa y Julio Alak ocupará el puesto vacante en el Ministerio de Justicia y Seguridad. De esta manera, la Presidenta priorizó en el recambio la incorporación de funcionarios compenetrados con su proyecto. En ese sentido, el mantenimiento en el cargo de Guillermo Moreno resultó otro dato importate de una jornada agitada.
Las versiones sobre los cambios en Economía circularon durante la jornada de ayer, pero recién minutos después de las 19.30, el subsecretario de Medios, Alfredo Scocimarro, anunció en la Casa Rosada el cambio de ministros.
A los cambios en la primera línea de ministros de la Nación, se sumaron ayer otras remociones fuertes en la segunda línea: Diego Bossio será el titular de la Anses, Mariano Recalde asumirá como gerente de Aerolíneas Argentinas en lugar de Alak, en tanto que José Nun dejó la Secretaría de Cultura para ser reemplazado por el diputado Jorge Coscia. Por último, en la misma línea medios nacionales incluyeron al secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, en las renuncias, especie que tuvo que ser desmentida desde la misma oficina del funcionario.
Según informó Scocimarro, los nuevos funcionarios asumirán sus cargos hoy a las 19 en Casa de Gobierno.
Qué dicen los cambios
La manera en que el Gobierno nacional procesaría la derrota electoral del 28 de junio era aún una incógnita, a pesar de que la Presidenta descartó cambios en su gabinete después de los comicios. Pero las renuncias de Graciela Ocaña a la cartera de Salud y Jaime a la secretaría de Transporte auguraron otras modificaciones, aunque se tratara de funcionarios con salidas previsibles, con diferencias de vieja data -en el primer caso- y denunciado y con escasa apreciación pública -en el segundo-.
La duda estaba en el sentido que podrían asumir los cambios. Y quedó parcialmente despejada ayer, cuando se evidenció que la Presidente prefirió rodearse, en un momento difícil de su gestión, de funcionarios con alto perfil político compenetrados con su proyecto, cuando las versiones daban posibilidades también a hombres que abrieran líneas de diálogo más directo con sectores de la economía o con los gobernadores del PJ.
Premio a exitosos
Con Amado Boudou en Economía llega un hombre que cuenta con sólida formación técnica -tiene un doctorado en Economia en el Centro de Estudio Macroeconómicos Argentinos (CEMA)-, pero fundamentalmente un funcionario que se ganó la confianza de la Presidenta cuando dirigió el proceso de estatización del régimen de jubilaciones a fines de 2008 y cuando comandó la intervención de la Anses en la economía nacional a través de la inyección de fondos para el consumo y la producción.
Algo similar ocurrió con Diego Bossio, un economista que se desempeñó hasta ayer como director del Banco Hipotecario Nacional en representación del Estado, pero ascendió en la consideración oficial a partir de la implementación de las líneas de créditos anuciadas en los últimos meses.