Se conformará un fideicomiso que servirá de garantía de pago para los tenedores de bonos. La reestructuración será voluntaria y busca sortear la jurisdicación de Nueva York para concretar los pagos.
La presidenta Cristina Fernández anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley que autoriza al Ministerio de Economía a “remover al banco de Nueva York (BoNY) como agente de pago de bonos de acreedores” y designar “en su lugar a Nación Fidecomiso”, en el marco del conflicto con los fondos buitres.
El anuncio, formulado en cadena nacional por la mandataria, se fundamenta en el proyecto denominado “pago soberano local de la deuda externa argentina”, por el que además se declara de interés público las reestructuraciones de la deuda realizadas en 2005 y 2010.
Fideicomiso voluntario
En el mensaje emitido por cadena nacional, la Presidenta aclaró que los tenedores de bonos que adhirieron a las reestructuraciones en 2005 y 2010 “podrán elegir un fideicomiso tal como lo establecen sus derechos”. Tras ello anunció la creación de un fideicomiso en el Banco Central que administrará los fondos depositados para el pago de deuda, como una de las iniciativas del proyecto de ley del Ejecutivo enviada anoche al Congreso.
Cristina sostuvo que con la creación del “fideicomiso con fines específicos determinados por ley, la única aplicación que se le puede dar a esos recursos son los establecidos por la propia ley que crea el fideicomiso”, por lo que “nadie podrá tocar (esos fondos) porque son de nuestros acreedores”.
La mandataria, igualmente, dejó en claro que Argentina “respetará los canjes de su deuda hechos en 2005 y 2010 y bajo esos términos propondrá ingresar a los tenedores de bonos que no aceptaron estas reestructuraciones”.
Y añadió: “El Banco Central garantizará el pago a los servicios de deuda en base a los convenios de 2005 y 2010. Se autoriza al ministerio de Economía a pagar los fondos del fideicomiso donde serán mantenidos a la espera de ser cobrados por los acreedores”.
Otro detalle con carácter quizás más simbólico que fáctico es que el proyecto de ley para el pago soberano local de la deuda externa “incluye a todos los que no ingresaron a los canjes” de 2005 y 2010, para que cobren en los mismos términos de dichos canjes. De ese modo, según detalló la mandataria, los holdouts podrán obtener ganancias inmediatas “superiores al 300%”.
Del articulado del proyecto se desprende que Argentina dejará de enviar al BoNY los pagos ante cada vencimiento, y en su lugar depositará esos fondos en el fideicomiso del Banco Nación, tanto para los bonistas que acepten el cambio de jurisdicción como para quienes no lo hagan. En este caso, los fondos quedarán “a la espera” y no se podrá disponer de ellos.
Además de abrir una brecha para lograr que los tenedores de bonos se hagan de su dinero, la medida también sirve para interumpir la “aceleración” de la deuda. Dado que Argentina presenta una propuesta para levantar el default declarado a partir del 30 de julio y que lo hace antes de los 60 días, la situación evita el derecho de los tenedores a activar el reclamo del total de los débitos.
Repaso de 13 años
En el mensaje sostuvo además que “esto es para los futuros gobiernos”, y resaltó: “Si yo firmara lo que muchos quieren que firme, seguramente algunos aplaudirían, pero la bomba explotaría después. A mí me queda poco de mandato, por eso no es para este gobierno sino para el que vendrá”.
Antes del anuncio, la Presidenta realizó un exhaustivo repaso desde el default del año 2001 al actual conflicto con los fondos buitres.
“Me dirijo a todos y todas para abordar un tema complejo que nos atañe a los argentinos de hoy y del futuro. A partir del golpe de Estado y los sucesivos gobiernos democráticos la deuda externa fue creciendo y convirtiéndose en un condicionante del crecimiento”, afirmó Cristina al iniciar su discurso.
Allí recordó que el de Néstor Kirchner fue “el primer gobierno que comenzaba a reducir la deuda externa y pagarla”, enfatizó.