La iliquidez, la desconfianza, el encarecimiento del crédito y las expectativas inflacionarias son las responsables de que los empresarios locales vuelvan a enfrentar un ciclo de ajuste.
La parálisis que se produce en el mercado por el cambio de las condiciones económicas imperantes, generó que la cadena de pagos de aquellos que deben hacerse de insumos y productos para la venta al público se haya acortado, al igual que se ha extendido la de aquellos que deben hacerse del dinero resultante de su producido.
Todo lo anterior produce “ahogo” financiero y/o nuevas deudas. Es lo que surgió de la Encuesta de Opinión Calificada realizada por Comercio y Justicia para el segundo trimestre del año, entre dirigentes de cámaras y asociaciones empresarias.