En el marco de una considerable contracción de las ventas de maquinaria agrícola desde el año 2011 a esta parte, el gobernador De la Sota lanzó anoche, junto al ministro de Industria y Comercio, Martín Llaryora, una nueva línea de crédito a través del Banco de Córdoba.
El convenio fue suscripto entre el Banco de Córdoba y la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de la Provincia de Córdoba (Afamac). Su titular, Gustavo del Boca, ponderó la iniciativa que permitirá a los empresarios del sector una posición favorable en la exposición Agroactiva 2014 en Cañada de Gómez.
El acuerdo con Afamac permitirá la adquisición de maquinaria agrícola, silos y otros bienes para el hombre de campo. El monto a financiar es de hasta 80 por ciento del bien, incluido el IVA.
Los plazos previstos son de 36 meses con posibilidad de extenderlos hasta 42. El desembolso se efectúa en la cuenta del fabricante asociado. Se empleará el sistema francés con amortización de capital e intereses en forma mensual o semestral: para 12 meses el interés previsto es de ocho por ciento; para 24 meses, 9,75% y para 36 y 42 meses, 12%.
Participan del acuerdo las 36 empresas que forman parte de Afamac y fabrican desde cosechadoras y tractores hasta silos, embolsadoras, discos, tolvas, acopiadoras y esparcidores.
“Toda herramienta que sirva para mover la rueda es útil”, había indicado a Comercio y Justicia Del Boca, en una entrevista realizada hace unas semanas en las que aseguró que no pierde las esperanzas de que mejore la situación que atraviesa el sector.
Por su parte, Llaryora dijo que “mantener y generar empleo es una política de Estado” y remarcó que a eso apuntan los créditos blandos que la Provincia está ofreciendo, teniendo en cuenta que las fábricas de maquinaria agrícola generan once mil puestos de empleo directos y otros cuatro mil indirectos, parte vital de la economía del este y el sudeste de Córdoba.
Bajas ventas
En el primer trimestre del año se vendieron 2.422 unidades de máquinas agrícolas en todo el país, es decir, 38% menos que en igual período de 2013, según información del Indec. Ése fue el menor nivel de venta de la última década. La depresión incluso causó una disminución en la facturación de las firmas pese a la inflación y la devaluación.