Paul Carrasco Carpio, presidente de la Organización Latinoamericana de Gobiernos Intermedios (Olagi) se refirió a lo conveniente que sería en materia de gestión pública la existencia de “gabinetes territoriales” (regionales) dentro de los gobiernos nacionales.
“Sería óptimo que, así como los presidentes tienen gabinetes ministeriales, hubiera gabinetes territoriales conformados por los gobiernos locales que asesoraran al Ejecutivo sobre la construcción de políticas desde lo local hacia lo nacional y que, de alguna manera, también fueran los que recogieran las políticas centrales y las bajaran hacia lo local”, explicó Carrasco Carpio a Comercio y Justicia, en el marco de la IX Sesión del Consejo Directivo, del que forma parte la Región Centro integrada por Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
“Nosotros esperamos ser articuladores, ser bisagras en la construcción de propuestas desde abajo, porque lo que está pasando en Latinoamérica es que desde los gobiernos centrales se construyen políticas homogéneas que se aplican sin tener en cuenta las localidades, sin respetar las diversidades, ni considerar las diferencias étnicas, porque no hay nadie que sea articulador. Y ésa es la función de los gobiernos intermedios. Pero éste es un proceso nuevo en Latinoamérica, Olagi tiene apenas cinco años, en cambio en Europa (organismos similares a Olagi) ya llevan 30 de gestión”, continuó.
-¿Por eso uno de los objetivos de Olagi es lograr mayor presencia institucional?
-Olagi nació como un mecanismo para unificar Latinoamérica a partir de lo subnacional, porque la unificación que está lograda es sólo a través de los Estados centrales de los países y esto no llega a tener presencia en las comunas o municipios. Entonces, la idea de Olagi es construir la integración desde abajo. Y en esa perspectiva, nosotros creemos que primeramente hay que lograr el fortalecimiento institucional, es decir, crear las condiciones para que podamos tener la suficiente capacidad técnico-política para atender a los gobiernos regionales y trasladar herramientas en varias líneas, como por ejemplo, cómo enfrentar la crisis internacional, cómo lograr el desarrollo económico territorial y el involucramiento de la sociedad en planes de desarrollo de empleo. Pero para ello necesitamos una Olagi con fuerza, que pueda dar herramientas para, en términos prácticos, poder decirle a tal gobierno “ustedes pueden aliarse con tal o cual porque ellos tienen como capacidades aquello en lo que ustedes tienen debilidades”. Pero debemos insertarnos en los Estados centrales.
-¿Esperan poder intervenir, o para hacerlo necesitan que los convoque el Gobierno central?
-Tenemos una lógica interesante. Los gobiernos intermedios, que somos la gente en Latinoamérica, están creciendo, y como hay diversidad – algunos dependen del gobierno central, otros tienen autonomía financiera- no esperamos que nos lleguen las cosas sino que somos buscadores de los procesos; los exigimos, y no vamos a esperar a que el gobierno central nos convoque, vamos a intervenir. En la medida en que los gobiernos centrales vean que tenemos presencia en los estados intermedios, verán que somos importantes en los procesos de integración y que, por lo tanto, podemos ser un buen aliado, no sólo en procesos de integración regional, sino también en facilitar procesos de integración y diálogo dentro de los mismos estados nacionales.
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