Los abogados que representan al padre y a la madre de la adolescente asesinada reclamaron que la Justicia acelere los tiempos para comenzar el proceso. El hecho ocurrió en junio pasado.
La querella que representa a la familia de Ángeles Rawson, la adolescente asesinada en junio pasado en el barrio porteño de Palermo, pidió que la causa sea elevada a juicio con el portero Jorge Mangeri como único acusado de tentativa de abuso sexual y femicidio agravado.
Fuentes judiciales informaron que el requerimiento fue realizado por los abogados particulares Pablo Lanusse y Jimena Pisoni, quienes representan a María Elena Audriz y Franklin Rawson, padres de la joven.
Para la querella, el portero del edificio donde vivía Ángeles, situado en Ravignani 2360, debe ser juzgado por abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa, en concurso real con homicidio agravado criminis causa por haber sido cometido para ocultar el delito precedente y para procurar también su impunidad, lo que concursa idealmente con el delito de femicidio.
En el relato de los hechos al momento de requerir el elevamiento a juicio, los querellantes consideraron que el 10 de junio de 2013 a las 9.52, Mangeri interceptó a Ángeles cuando ésta llegaba al edificio tras concurrir a su clase de gimnasia del colegio.
De acuerdo con la acusación, el portero “mediante pretexto” la condujo a un lugar del edificio y “desplegó su verdadero objetivo que no era otro que abusar sexualmente” de ella “aprovechándose de la edad” y de “la diferencia de contextura física”.
Además, los querellantes consideraron que el hecho ocurrió “en un claro contexto de violencia de género, acreditada por la situación de vulnerabilidad de la nombrada, su condición de mujer, el aprovechamiento de la confianza previa preexistente, dado que aquél la conocía desde hacía once años, todo ello con el fin de satisfacer sus bajos instintos sexuales”.
En dicho escenario, según el requerimiento, “Mangeri intentó acceder carnalmente” a la adolescente, “quien se resistió a tal ataque sexual y defendió su integridad y dignidad, lo que generó una lucha, que dejó en la nombrada lesiones agresivas y defensivas, como también en el físico de su agresor -especialmente a partir de arañazos-”.
“Ante la imposibilidad de consumar el procesado Mangeri su ataque sexual, y para garantizar su impunidad ocultando los hechos que había desplegado -dado el conocimiento que de él tenía Ángeles Rawson-, decidió darle muerte”, indicó el escrito.
Para ello, “le oprimió el cuello con una de sus manos -lo que le causó improntas equimóticas en la zona- y con la otra de sus manos le obstruyó nariz y boca, generando con ello un mecanismo de asfixia mixto que mantuvo intencional y deliberadamente hasta matar a su víctima”, continuó.
Los representantes de los padres de Ángeles consideraron que Mangeri, luego, con el fin de ocultar los delitos y garantizar su impunidad, “decidió descartar el cuerpo de la nombrada por medio de un mecanismo que le resultaba conocido y propio, como es el del sistema de recolección de residuos”.
Para ello, ató el cuerpo de la joven “con distintas sogas sobre sus muñecas, tobillos y cuello, para resultarle más manipulable en aras de sus fines de despojo, colocándole una bolsa de nylon con la inscripción ‘DÍA %’ e introducir el cadáver dentro de una bolsa de consorcio de color negra”.
Y en ese sentido, los abogados de la familia de la víctima recordaron que “a raíz del acondicionamiento” del cadáver que dispuso Mangeri, “se hallaron restos genéticos atribuibles al nombrado en la soga con la que ligó los tobillos” del cuerpo.
Para la querella, “el ataque sexual queda debidamente acreditado a partir de las lesiones vitales que le provocara el procesado Mangeri a la niña Ángeles Rawson, siendo que en la zona paragenital presentó equimosis en la cara interna de raíz de su muslo izquierdo (ingle); equimosis en la cara interna de ambos muslos, una equimosis en la cara interna de su rodilla izquierda y lesiones en el dorso de sus manos”.
Esta presentación de los abogados de los padres de Ángeles se produjo luego de que el 27 de diciembre último, el juez de la causa, Javier Ríos, decidió cerrar la etapa de instrucción y corrió vista a las partes para que den su opinión ya que tiene la intención de elevar la causa a juicio en febrero.
El juez clausuró la investigación una semana después de que la Cámara del Crimen volvió a confirmar el procesamiento y la prisión preventiva de Mangeri con la nueva calificación de “abuso sexual en grado de tentativa y femicidio agravado”.