La presidenta Cristina Fernández afirmó al anunciar obras para la localidad bonaerense de Avellaneda: “Siento una inmensa frustración porque es una Argentina que me duele. Y más me duele cuando observo el mundo cerrar fábricas, caerse bancos. Los recursos no son chicles, no se estiran”, dijo mientras acusó a ciertos sectores -en clara referencia al campo que hoy se reunirá en Córdoba para conmemorar el inicio de la lucha contra la resolución 125- de demandar cosas que “no les podemos dar”.
“¿Por qué no hacen el esfuerzo aquellos que estos años tuvieron rentabilidad para seguir manteniendo el modelo? Será muy difícil si no ayudan continuar por este camino”, agregó. “Hemos comprobado que este modelo iniciado en 2003 ha podido a pesar de los embates, desafíos y el mundo tan difícil continuar sosteniendo el empleo y la actividad económica”, reclamó Fernández.
La Presidenta agregó que “no se justifica que tomen bancos aquellos que no tienen problemas, como un docente que percibe 1.200 pesos “y aseveró que “no puede ser que la actitud de quien no tiene plata se mida igual que la de los que tienen. Los medios de comunicación no pueden juzgar igual. Eso es desinformar y mirar las cosas asimétricamente”.