La distribución de los ingresos provenientes del comercio exterior fue uno de los aspectos destacados de la exposición de Fabricio Opperti. El especialista de la oficina de Washington del Banco Interamericano de Desarrollo, BID abordó en una conferencia de la reunión de la red RTPO un problema que se discute en Argentina vinculado a la tributación de las colocaciones del agro.
Opperti no se refirió a los márgenes impositivos del sector externo, sino que centró su exposición sobre el destino que dan o que deben dar los países a los fondos aportados por las exportaciones.
Según el especialista, una parte importante de esos beneficios debe reinvertirse en la promoción de ese comercio, hoy fuente principal de las economías de los países, materia que está fuera de discusión.
Opperti adelantó un trabajo que está realizando el BID con los distintos programas de fomento que involucran a una treintena de países. De forma especial abordó la tarea que vienen realizando Chile, Colombia y las provincias argentinas de Córdoba y Mendoza. El estudio concluye de manera preliminar que los costos de la promoción son asimétricos para las empresas. Son diferentes para las compañías, generalmente las grandes, que disponen de departamentos de comercio exterior, están insertas en el mundo y exportan volúmenes importantes, aun cuando su crecimiento sea menor. También existen empresas medianas o chicas para las que, por su tamaño, el mercado externo es lo principal.
En este contexto, no es viable aplicar una asignación promedio, sino que las promociones deben ser diferentes. De esta manera, la distribución del impacto benéfico se orienta a acciones de empresas con menos experiencia y mayores dificultades, pero que por contraposición tienen algún mercado o producto con posibilidades identificadas de crecimiento. El trabajo del BID agrupa en tres rubros los programas básicos de promoción. Estos son Asesorías, Eventos internacionales y Agendas de mercado y oportunidades, que las firmas deben tomar en forma integral .