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“No funcionan los servicios básicos”, acusa Ernesto Martínez, candidato por el Frente Cívico y Social. Salud abandonada, educación en contenedores, Justicia paralizada, inseguridad, dispara. Pero es “plenamente optimista para 2015”.
Por Javier De Pascuale – [email protected]
La quemazón de cien mil hectáreas de bosques y pasturas y el estallido del escándalo de los policías y el narcotráfico, con ramificaciones políticas inesperadas, devolvieron al senador Luis Juez a la primera plana de los diarios, al comienzo como denunciante de ilícitos y en los últimos días como víctima de ellos (un violento atraco a su hermana incluyó amenazas contra él). Casi en coincidencia, la reapertura de la campaña electoral nos devuelve a los cordobeses un notable cambio en la estrategia mediática y discursiva de sus candidatos: “¡Basta de narcoestado!” brama desde los spots publicitarios Ernesto Martínez, primer candidato del Frente Cívico y Social, y señala a la administración delasotista.
“Yo nunca cambié de discurso”, asegura Martínez pero admite que sí cambió de publicista. Desde la calle misma, donde se encontrará hasta el próximo domingo 27, Martínez recibe a Comercio y Justicia al volante de su vehículo, mientras conduce hacia la esperanza de superar el magro resultado que le dejó el primer turno electoral de 2013: 3,29 por ciento de los votos.
-¿Cómo llega a este segundo turno electoral? ¿Cree estar mejor parado que en las PASO?
-Luchando. Hemos luchado y lo seguiremos haciendo. Es lo que hace un militante. No somos advenedizos de la política: estaremos acá, con más o con menos votos. No sé cómo nos va a ir pero le aseguro que después vamos a seguir, porque Córdoba lo necesita.
-¿Confía en un mejor resultado?
-No lo sé. No lo sabemos, lo que sí sabemos -y es lo que digo siempre a la gente- es que nuestros votos son los votos de la dignidad, no los de la plata. Vienen de un espacio compuesto por gente, no por empleados, por militantes. Nuestra fuerza es un espacio amplio, plural, compuesto de voluntades. No somos una empresa o una fugaz aventura política. No tenemos nada que ver con los grandes aparatos de la política. Mire… yo la quiero mucho a la Presidenta, imagino el trance que está pasando y me aflige, pero le pregunto: ¿es posible que el país esté en manos de (Amado) Boudou? No me lo conteste, usted es periodista, pero la pregunta es lógica. ¿Es posible que todo esto, todo lo que hizo la Presidenta y los que la siguen, todo esto quede en banda? Yo prefiero sacar menos votos pero ser más coherente: construir junto a otros, otra cosa, mantener la esperanza de que un día vamos a lograr cambiar las cosas y eso se va a mantener…
-Se nota un cambio de discurso, ahora más duro, más fuerte de parte suya y de su partido…
-Yo no lo cambié. Vengo diciendo lo mismo. Puede ser que no haya explicado bien, que no haya llegado, pero no cambié mi discurso.
-Claramente, en la publicidad se muestra diferente. Ahora habla de “narcoestado”…
-Puede ser que haya cambiado la publicidad. Pusimos otra gente a trabajar eso. La campaña de las PASO fue muy mala, lo asumimos plenamente. Fue pésima y por eso pusimos otro equipo a trabajarla ahora. Perdimos un tiempo precioso, que ya no lo podemos recuperar. Pero esto es un esfuerzo que no acaba, lo mejor está por venir. Vamos a terminar con los partidos del negocio, los que hacen del Estado un negocio. Terminar con ellos por supuesto mediante los votos, ganarle al delasotismo y al radicalismo de Ramoncito. Hemos cometido innumerables errores, de acuerdo, pero no vamos a abandonar este proyecto: estamos en la calle que la gente ha elegido transitar para cambiar las cosas.
-Ganarle al delasotismo y al radicalismo es un objetivo muy grande. ¿Piensa en confluir con otras fuerzas para lograrlo?
-Por supuesto. Es necesario. ¿Cuánto sumaron De la Sota y Aguad? ¿50 por ciento? Bueno, queda el otro 50, todo lo que esté por fuera tiene la misma fuerza. Soy plenamente optimista hacia el 2015.
-Dos palabras sobre la Justicia cordobesa…
-Paralizada. La Justicia es un servicio público, igual que la salud, la educación, la seguridad. Hoy no existe, está paralizada. La ley porcentual que reclaman los judiciales existía, sólo que la eliminó la dictadura. Siempre fue una bandera, no se debe bajar. Antes los salarios judiciales eran buenos, después se deterioraron. La situación se bancaba pero hoy la inflación reventó todo. No se banca más.
-¿Cómo ve la economía de Córdoba?
-Mal. Se debe muchísimo y De la Sota gasta a billetera libre. Cuando deberíamos estar haciendo obras, gasta cientos de millones en publicidad. Hemos llegado a un punto de endeudamiento histórico. Diga que Córdoba es una provincia muy rica, de modo que llegaremos al 2015, pero los compromisos hacia 2014, hacia 2017 son tremendos, con una provincia gravemente endeudada en dólares… Desgraciadamente, todo lo que decíamos en 2007, en 2011, está sucediendo. Salarios públicos de miseria, más impuestos, jubilaciones atrasadas, inseguridad, salud abandonada, educación en contenedores… Desgraciadamente, se dio todo lo que advertíamos. Pienso que hacia 2015 vamos a lograr ponernos de acuerdo en que esto no lo aceptamos más, porque cada vez más a la gente le va quedando más claro cómo funciona este modelo conducido por el delasotismo pero donde el radicalismo no dice nada, todo silencia.
