viernes 26, abril 2024
El tiempo - Tutiempo.net
viernes 26, abril 2024

“Monsanto quiere cobrar un canon fijo, una especie de retención privada”

SOLMI. Asegura que no van a renunciar a sus derechos de guardarse semillas para resembrar.
ESCUCHAR

El referente de esa entidad agropecuaria hace referencia así a los contratos que la compañía hizo firmar a algunos productores, por medio de los cuales busca cobrar un porcentaje de cosecha obtenida.

Monsanto, líder del negocio global de semillas de soja, implementó un sistema de comercialización lanzado en el país para poder cobrar el llamado “canon tecnológico” por el valor agregado de su soja transgénica Intacta RR2, superadora de la famosa RR1.

La iniciativa se llevó a cabo mediante la firma de contratos con algunos productores, que son ampliamente criticados por los dirigentes gremiales de las cuatro entidades agropecuarias, por considerarlos consecuencias de un abuso de posición dominante por la compañía y contrarios a la ley nacional de semillas.

El vicepresidente segundo de la Federación Agraria Argentina (FAA), Jorge Solmi, luego de un pronunciamiento conjunto de la Comisión de Enlace, dialogó con Comercio y Justicia y brindó detalles de la problemática.

-¿Qué desató el desacuerdo?
-Nosotros insistimos en que no hay ninguna circunstancia que permita vincular el cobro de regalías con la producción. Ésta es una medida que intenta Monsanto no sólo en Argentina sino también en Brasil y Paraguay.

-¿Cómo justifica la pretensión?
-Dice que se utiliza semilla ilegal o la llamada bolsa blanca y eso a ella la obliga a querer hacer un control de la cosecha para cobrar en el puerto las regalías. Nosotros advertimos de que en realidad no hay una intención de Monsanto de querer cobrar la tecnología, porque en Brasil, por ejemplo, hay lugares donde no se puede hacer resguardo de semillas en la cosecha porque las temperaturas no lo permiten. Sin embargo, allí Monsanto también quiere aplicar el mismo sistema que aquí. Entonces, queda claro que no le interesa el cobro de las regalías sino que quiere una participación en la producción. Ella quiere un canon fijo, lo que es una especie de retención privada. Y a eso es a lo que nosotros nos venimos oponiendo.

-¿Cómo se originó el problema?
-En 1994, cuando Monsanto tenía la patente del glifosato con la marca Roundup -el más vendido- logra la aprobación de la producción de la soja transgénica o gen RR, pero no patentó ese gen. En 2001, Monsanto pierde la patente del glifosato porque se le vence, e intenta mediante una denuncia de dumping que al glifosato -que comenzó en ese momento a entrar proveniente de China- se le aplicara un impuesto extra porque entendía que contaba con ayuda de su país. Monsanto pierde ese reclamo y a partir de ahí, pretende cobrar regalías a los productores por la soja RR1.

-¿Con la venta del glifosato empieza a competir con China?
-Exactamente. Es por eso que a partir de allí quiere cobrar la soja. Eso en Argentina, en Brasil y en Paraguay. En esos dos países, incluso la siembra de semilla trangénica no estaba autorizada, pero como ingresaba de manera ilegal, igual la querían cobrar. Acá, en cambio sí estaba autorizada. En ese momento, también intentó generar presión a nivel internacional, ya que Monsanto detuvo un barco con subproductos de soja argentina en Europa, intentando cobrar las regalías por las semillas usadas para la producción de harina y otras cosas. En esa oportunidad, nosotros dejamos en claro que Monsanto es proveedor de la industria semillera, industria que produce productos transgénicos y productos que no lo son. Pero el gen que viene dentro de la semilla es uno de los insumos de esta industria, por lo que la relación debería ser entre Monsanto y la industria semillera, que son las que hacen uso de la licencia del gen.

-¿Cómo se resolvió lo de Europa?
-Intervino el Gobierno argentino y la justicia de Europa falló en contra, con lo cual se liberó la carga. Es decir, ya hay una sentencia negativa al reclamo por parte de la justicia de Europa. Eso fue en el año 2006 ó 2007. El problema que se suscitó esta vez es porque Monsanto incorporó ahora al país una nueva tecnología, que es la RR2, y con esta nueva tecnología y la experiencia anterior pretende que el productor firme un contrato en el momento en que compra la semilla.

– Ya hubo quienes lo firmaron…
– Ellos dicen que lograron que cinco mil productores firmaran. Para que nos demos una idea, en el Registro Nacional de Granos de la AFIP -en el que no están todos los que producen porque los que están sancionados se los baja del Registro y los monotributistas no ingresan- figuran unos 75 mil productores. Es decir que la muestra de la que habla Monsanto no es representantiva. También intentó firmar con unos acopios para que retuvieran muestras a los productores y no tuvo suerte. Finalmente, intentó imponer en los contratos con los exportadores (95% de la soja que se produce en Argentina se exporta) una cláusula por la cual el exportador, en el puerto, analizará la carga de soja que va a exportarse y determinará (mediante un kit que provee Monsanto y que no está homologado por nadie) si hay presencia o no del gen. En caso de haberla, sin saber qué cantidad hay en el embarque, se cobra retención sobre el total de la carga. Nosotros decimos que el procedimiento es irregular, que va por fuera de la Ley de semillas, y además Monsanto está haciendo convenios con empresas en las que está arrogándose facultades del Estado, tal como el poder de policía. Nos oponemos a eso y nos oponemos a que se vincule el pago de una regalía a la producción. Cuando el productor compra la semilla, la paga y ahí finalizan los derechos que tienen los obtentores de semillas y empiezan los de los productores, que son a sembrar, guardar y reservarse semillas para volver a sembrar. De ningún modo vamos a renunciar a estos derechos.

-Los cinco mil productores que firmaron ¿qué van a hacer?
-Monsanto insiste en que ahí hay una relación entre privados. Nosotros decimos que eso no existe porque hay una ley, que es la de semillas, que es pública y que es la que rige. Por ende, ese reclamo debe ser nulo porque prevalece la ley. Además, para firmar un acuerdo debe existir mutuo consentimiento. Acá hay una sola voluntad dispuesta, que es la de Monsanto, y la otra que debe adherir a esa voluntad. Además, no hay ninguna institución en el medio que regule y garantice el equilibrio entre las partes. Y se sabe el poder que tiene la firma. De hecho, nosotros en agosto del año pasado hemos denunciado a Monsanto ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, por entender que hace abuso de posición dominante. Pero todavía no ha habido ninguna resolución al respecto.

Buenos Aires
Reunión con el ministro RodrÍguez
Según informó Solmi a Comercio y Justicia, la FAA mantuvo una reunión con el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, quien les informó que el Instituto Nacional de Semillas va a hacer una presentación judicial para que se investigue y se determine si las patentes que tiene Monsanto tienen validez por sí mismas o si son parte de una semilla. “Si las patentes son parte de una semilla, debe regularse por la ley de semillas. Monsanto no tiene una patente que por sí misma se pueda ejercer. Debe estar aplicada a algo para que la patente tenga sentido”, indicó.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Leé también

Más populares

¡Bienvenid@ de nuevo!

Iniciá sesión con tu usuario

Recuperar contraseña

Ingresá tu usuario o email para restablecer tu contraseña.

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?