Finalmente, la comisión de preadjudicación notificará a las compañías y activará el proceso formal para el inicio del nuevo desde abril, por ocho años. Tal como anticipó Comercio y Justicia, la licitación quedará para las actuales prestatarias LUSA y Cotreco. Transporte Olivos no mejoró la oferta y quedó marginada.
La Municipalidad de Córdoba confirmó la decisión de avanzar en la conclusión del proceso de licitación para concesionar el servicio de higiene urbana hasta 2022.
En ese marco, las empresas LUSA y Cotreco serán notificadas en las próximas horas sobre la preadjudicación del proceso, que se inició el 13 de diciembre de 2013 con la apertura de ofertas.
Previamente, ambas prestatarias -que hoy se desempeñan bajo un contrato de tercerización del servicio en cabeza de la Crese- serán informadas sobre una nueva prórroga en esos vínculos ahora hasta el 31 de marzo próximo, fecha cuando se estima se concretará el traspaso. El contrato vigente vence hoy.
La determinación de avanzar con la licitación fue confirmada ayer por el subsecretario de Ambiente, Sebastián Roca, quien salió al cruce de la postura del concejal del Frente Cívico, Esteban Dómina, quien consideró que, en función del tiempo transcurrido en el proceso y el escaso tiempo de gestión por delante del intendente Ramón Mestre, el municipio debía declarar desierta la licitación, prorrogar los actuales contratos y que fuera el futuro jefe comunal quien resolviera el tema.
“Dómina está haciendo campaña política. Pero la vocación del municipio es lograr un contrato a ocho años que permita previsibilidad al sistema”, señaló el funcionario, al tiempo que admitió que se trata de “procesos lentos”.
Con todo, fuentes consultadas en la tarde de ayer por Comercio y Justicia confirmaron que la decisión de la comisión de preadjudicación ya está tomada y que sólo restan detalles previos a la notificación a las empresas y a que se active un proceso, que luego deberá pasar por el Tribunal de
Cuentas y el Concejo Deliberante, y culiminar, previo a la firma de los contratos respectivos, con el traspaso a las nuevas prestatarias.
Respecto a la definición de la licitación, quedará para LUSA y Cotreco. La primera conservará la zona norte mientras que Cotreco quedará con el centro y el sur de la ciudad, zonas que hoy están unificadas y donde la compañía ya prestaba servicios.
En cuanto a Transporte Olivos, tal como adelantó este medio, quedó marginada por no haber avanzado en una mejora de precios.
Resta aún conocer el detalle de los costos finales del servicio y del acuerdo con el sindicato de recolectores de residuos, Surrbac.
Concretamente, según el convenio colectivo de ese gremio, los trabajadores que desempeñen servicios de higiene urbana en una o varias compañías deben ser indemnizados al momento del cese del vínculo laboral, por más que luego tengan asegurada la continuidad en ellas o en otras empresas, en una nueva concesión.
El monto en juego ronda 150 millones de pesos y la forma de abonar y afrontar ese desembolso es un tema cuya resolución final aún no trascendió. De cualquier manera, el pago se concretaría en un esquema de entre ocho y 12 cuotas.
La notificación de la preadjudicación de la licitación en marcha pondrá cierre así a un dilatado proceso, que insumió mas de un año y que no estuvo exento de una dura pulseada entre las partes, básicamente por el costo y el tipo de servicio a prestar.
El tema de la tarifa es clave. Es que el monto que se acuerde como valor de inicio será la base a partir de la cual se comenzarán a realizar los ajustes correspondientes por mayores costos por los próximos ocho años. En ese marco, una diferencia de uno, dos o cinco millones de pesos, a largo plazo se convierte en un monto largamente superior.
Según trascendió, el valor final del contrato se ubicará levemente por debajo de 120 millones de pesos mensuales, 218 por ciento más que el costo que insumía el servicio tercerizado a las mismas LUSA y Cotreco en marzo de 2012.
El municipio solicitó dos mejoras de ofertas luego de valores que rondaban 180 millones de pesos para las tres zonas en que se había dividido la ciudad a los efectos de la licitación.
La puja incluyó también al gremio, que presionaba por la adjudicación para poder activar el cobro de las indemnizaciones.
El punto es que los pliegos de licitación fueron pensados en un contexto económico previo a la disparada de precios de fines del año pasado y de parte del primer semestre de este año – devaluación mediante-.
En ese marco, las prestaciones originales solicitadas escaparon a cualquier chance de pago por parte del municipio que, a tenor de esa posibilidad, se reservó la alternativa de adjudicar “por renglón”.
Justamente, ese mecanismo es el que se activó ahora y el que determinará que el futuro servicio no sea el pretendido originalmente sino uno mucho más vinculado con la prestación actual.
En ese sentido, la futura concesión incluirá un proceso de recolección de cinco frecuencias semanales para residuos “húmedos” y una frecuencia para “secos”. Asimismo, un proceso gradual de “contenerización”, que comenzará por las principales avenidas de la ciudad.
Concluido el proceso licitatorio, la administración Mestre habrá cerrado el segundo esquema de concesión de un servicio fundamental para la ciudad, luego de licitar y adjudicar, a comienzos de este año, el servicio de transporte urbano por los próximos 10 años.