“El daño ocasionado por la crisis climática es enorme, y las emisiones globales de gases de efecto invernadero permanecen en niveles nunca antes vistos. Comenzando hoy y durante las próximas tres décadas, es imperativo que se reduzcan las emisiones de inmediato y a gran escala, para limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales y así evitar las peores consecuencias”, agregó la misiva.
“Mientras tanto, las poblaciones que menos responsabilidad tienen respecto al cambio climático ya están sufriendo las consecuencias y necesitan ayuda inmediata para adaptarse y recuperarse de las pérdidas y los daños sufridos. Es una cuestión de equidad y justicia climática que requiere atención inmediata de los gobiernos y organismos financieros internacionales”, alertó.
Posteriormente a la realización de la cumbre, se darán a conocer lineamientos de acción en relación a tres puntos claves: ambición, credibilidad e implementación.
El primero está relacionado con que los jefes de Estado deberán presentar, previamente a 2023, las contribuciones determinadas a nivel nacional actualizadas, los compromisos establecidos para lograr las cero emisiones netas, los planes de transición energética y los planes para la eliminación gradual de combustibles fósiles, entre otros puntos.
En cuanto al eje credibilidad, se espera que quienes lideran empresas, ciudades, regiones e instituciones presenten también antes del inicio de la próxima década los planes de transición alineados con el estándar de Naciones Unidas. “Este estándar de compromiso con las cero emisiones netas es el único totalmente alineado con la limitación del calentamiento global en 1,5°C. Exige objetivos para los años 2025 y 2030, cobertura de emisiones de alcance 3, planes de transición justos para frenar y eliminar gradualmente los combustibles fósiles, reducción real de emisiones sin usar compensaciones y el compromiso de defender públicamente la acción climática basada en la ciencia”, explicó la ONU.
Finalmente, en relación a la implementación, se espera que todos los actores (gobiernos, sector privado y sociedad civil) “presenten asociaciones de implementación, existentes o nuevas, que asuman retos y oportunidades relacionados con la aceleración de la descarbonización en sectores de altas emisiones (energía, transporte, aviación, acero, cemento) o impartan la justicia climática (reforma del sistema financiero internacional, sistemas de alerta temprana, adaptación, pérdidas y daños)”, aseguró la misiva.