ESCUCHARSobre la base de un crecimiento permanente de los trabajos digitales hasta 2030, es fundamental que los equipos de trabajo desarrollen habilidades y competencias acordes a las transformaciones que suponen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
“Se trata de un conjunto de ‘soft skills’ necesarias para navegar exitosamente entre las diferencias propias de los equipos globalizados y multiculturales (más allá de las capacidades técnicas)”, aseguró la especialista, al enumerar cada una y explicar de qué se tratan.
La primera a considerar es la “conciencia cultural”. “Si bien el entorno de trabajo del mercado IT está fuertemente globalizado, las personas siguen teniendo sus propias tradiciones, costumbres y valores, que influyen en su conducta dentro y fuera del ámbito laboral”, explicó la especialista. “Los estilos de negociación, el manejo del tiempo, la forma de comunicarse son diferentes en cada cultura y responden a esquemas de valor locales”, agregó y precisó que “el cultural awareness o conciencia cultural es la capacidad de ser sensible a esas diferencias, respetándolas y entendiendo su impacto en el comportamiento, la comunicación y las relaciones entre personas, lo que permite gestionar posibles conflictos de manera eficaz e impulsar la innovación, productividad y eficiencia en proyectos tecnológicos a escala internacional”.
En segundo lugar, Schmitman indicó que es importante la “comunicación global efectiva”. “Además de reconocer, respetar y adaptarse a las diferencias, resulta necesario poder comunicarse de forma clara y precisa con personas de distintas culturas”, dijo. “Esto implica ser capaz de escuchar con empatía las distintas posiciones en ambientes colaborativos e interdisciplinarios, adaptándose a los diferentes estilos de trabajo y expectativas culturales sin caer en visiones estereotipadas”, señaló.
Por otro lado, resultan centrales la “flexibilidad y la adaptación al cambio”. “Las empresas tecnológicas, desde las startups hasta las grandes multinacionales, se caracterizan por generar ambientes ágiles para el desarrollo de proyectos dinámicos. Allí, donde la constante suele ser el cambio – tanto en la técnica como en la metodología o en los roles – la capacidad de adaptarse rápidamente es crucial. Esta flexibilidad es también la que posibilita abordar los problemas de forma resiliente, creativa e innovadora, algo vital en este tipo de industria”, explicó la profesional.
Finalmente, es de importancia el “liderazgo positivo global”. “Estar al frente de equipos conformados por personas de todo el mundo requiere la capacidad de conformar un entorno inclusivo, donde se fomente el respeto a las diversas culturas, reconociendo y celebrando las distintas perspectivas, experiencias y el aporte particular que realizan colaboradores y colegas al conjunto”, expresó. “Ejercer un liderazgo global significa comprender cómo esa diversidad puede afectar la dinámica del equipo y poder motivar e inspirar traspasando las barreras comunicativas, los prejuicios y estereotipos”, concluyó.
