La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras estadounidense (NHTSA, por sus siglas en Inglés) detectó 11 choques que involucran el sistema de conducción asistida de Tesla desde 2018, que dejaron 17 heridos y un muerto, y anunció que inició una investigación.
Luego de que trascendiera la noticia, las acciones de la compañía de Elon Musk cayeron un 4 por ciento.
La agencia gubernamental de EEUU precisó que todos los siniestros ocurrieron de noche, mientras los conductores estaban dormidos o distraídos.
En los manuales de sus rodados, Tesla advierte que las características del piloto automático “requieren una supervisión activa del conductor” y que “no hacen que el vehículo sea autónomo”, aunque el sistema continúa funcionando si solo se toca el volante ocasionalmente.
Por lo pronto, la investigación que abrió la NHTSA analizará los modelos Tesla Y, X, S y 3, del 2014 a 2021.
Será la pesquisa al sistema de conducción autónoma más grande que se haya realizado a la marca de Musk. Uno de sus principales objetivos es definir cómo los vehículos garantizan que los conductores presten atención a la carretera.
La agencia de seguridad también examinará cómo el Autopilot identifica objetos en la carretera y en qué vías se puede activar el sistema.
“La NHTSA recuerda al público que actualmente ningún vehículo de motor disponible comercialmente es capaz de conducirse por sí mismo” , precisó la agencia en un comunicado.
Tesla recomienda utilizar la conducción autónoma en carreteras divididas, pero se puede usar en las calles de la ciudad.