En Internet, hay amenazas que afectan más a niños y adolescentes, que pueden quitar el sueño de quienes son padres, educadores o tienen familiares de esas edades: el ciberbulling y el grooming.
Por Mariana Berrondo (*) – Exclusivo para Comercio y Justicia
Son indiscutibles los innumerables beneficios que implica la utilización de la tecnología de información, principalmente Internet, que nos permite comunicarnos, informarnos, hacer negocios, transacciones bancarias, estudiar, trabajar, entretenernos, educar… y podría extender la lista dependiendo de las funcionalidades que permita el smartphone o la tablet que utilicemos; y qué tan buena sea la señal que tengamos en un determinado momento.
Lo cierto es que interactuamos por chats y redes sociales sin ser demasiado conscientes de que en pocas frases resumimos y compartimos nuestra vida cotidiana o laboral en el mundo digital y que el anonimato de Internet permite que no todos sean quienes dicen ser y, por lo tanto, sus intenciones pueden no ser lo que parecen. Esta situación, combinada con trabajo de ingeniería social, pueden derivar en verdaderos dolores de cabeza, como la usurpación de identidad, robo de cuentas bancarias, datos de tarjetas de crédito y archivos personales.
Pero, lamentablemente, hay otras amenazas que afectan más a niños y adolescentes, que pueden quitar el sueño de quienes son padres, educadores o tienen familiares de esas edades: el ciberbulling y el grooming.
En el ciberbulling, o acoso escolar, emplea como vehículos sms, chat o redes sociales, para hostigar, humillar, dañar psicológicamente a un chico. Posiblemente habrán escuchado casos como el de Amanda Todd -que terminó en suicidio-, las denuncias de alumnos que recibieron amenazas por parte de compañeros o las peleas escolares filmadas con celulares y subidas a YouTube.
El grooming, en cambio, se refiere a conductas deliberadas de un pederasta que simula ser un adolescente o famoso y busca ganar la confianza de otro menor para que éste le envíe material con contenidos eróticos o sexuales. De esta manera lo extorsiona para que continúe proporcionando fotos, videos, poses en la webcam de esa connotación o bien, para armar la antesala de una reunión, en la que finalmente se busca concretar el abuso sexual.
Como verán, no sólo debemos lidiar con nuestros hábitos en el manejo de las TI, sino que además debemos acompañar a los hijos en el buen uso que ellos hacen; otro desafío a superar. La utilización de herramientas de control parental pueden colaborar en esta tarea, pero nada reemplazará al diálogo fluido que genera la confianza suficiente para que lo menores cuenten con nosotros ante situaciones que les parezcan extrañas en Internet.
En Argentina, el grooming es un delito que no está previsto en el Código Penal y, si bien es cierto que se llevó un proyecto al Senado de la Nación en el 2011, en octubre de este año perderá estado parlamentario si no vuelve a ser tratado la Cámara de Diputados.
Es por ello que la ONG Argentina Cibersegura está llevando adelante una campaña para juntar firmas a fin de promover el tratamiento de la Ley de Grooming. Empresas y ciudadanos pueden sumarse aquí.
Desde Arcba IT Security Consulting apoyamos este proyecto y, para colaborar en su difusión, daremos charlas de concientización gratuitas para padres y adolescentes respecto de cómo hacer frente a estos paradigmas. Los interesados podrán consultar y anotarse por e-mail en capacitació[email protected]
En definitiva, habiendo tantos proyectos de ley que se resuelven en un par de días, se encuentra esta materia pendiente que verdaderamente merece la preocupación y el compromiso de todos.
Queda abierta la invitación a que reflexionemos, tomemos conciencia y seamos parte porque, con los chicos, no se juega.
* Especialista en Auditoría, Seguridad y Peritaje Informático Arcba IT Security Consulting.