Es por el impacto directo de la devaluación del peso. Los más afectados son los sistemas de impresión y los insumos. También tendrán incrementos las computadoras, televisores y equipos de audio fabricados localmente, aunque en menor proporción. La demanda se verá restringida y los planes de financiación, una gran una incógnita.
La incertidumbre frente a la devaluación del peso continúa como tema central en el escenario empresarial, donde se elaboran análisis contrapuestos, se buscan alternativas y se ensayan diferentes pronósticos.
El sector tecnológico argentino, compuesto por productores y vendedores de software, hardware y equipamientos de electrónica y para el hogar, ha hecho saber su preocupación y desconcierto, cuando recién comienzan a evaluar los pro y los contras que en el corto plazo deja la devaluación del peso, tal como lo pudo relevar Comercio y Justicia.
La Cámara Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca), que nuclea a pymes fabricantes de controladores fiscales, equipos de escritorio, impresión y copia, computadoras, expendedoras, muebles de oficina, recicladores de insumos informáticos y sistemas de video y sonido para comercios, entre otros), advirtió de que, entre las principales consecuencias, se registrarán incrementos de hasta 30% en los precios de los productos y en un plazo de 90 días.
El sector importador representado por la entidad se verá en la obligación de trasladar el incremento del valor del dólar -de $6 a $8- al producto final. “No será inmediato, sino en la medida que vayan entrando los productos porque están sujetos a demoras por la restricción a las importaciones”, confirmó el titular de la asociación, Carlos Scimone. De esta manera, estimó que los precios se irán incrementando de manera escalonada, para en tres meses acumular 30% equivalente a la suba del dólar oficial.
Con todo, el precio final del equipo estará conformado por el valor FOB, los impuestos a la importación y el margen que surge por la devaluación. Los equipos que se verán afectados serán los sistemas de impresión, los insumos, videoproyectores y lámparas para videoproyectores, entre otros.
Menor será el incremento de los equipos fabricados o ensamblados localmente, que integran componentes o piezas importadas. En este caso, el impacto en el costo incidirá sólo en la porción propiamente importada del equipamiento. “Quedarían excluidas de las subas la mano de obra y los costos de las partes nacionales. Pero, en marzo o abril, habrá que ver cómo repercuten las paritarias en estos nuevos precios”, adelantó.
En este caso, los productos de fabricación nacional afectados serán las computadoras, notebooks, netbooks, televisores, aparatos de audio y aire acondicionados, entre otros.
Qué pasará con las cuotas
A esta hora la incógnita pasa por la continuidad o no de los planes de financiación. “Si los precios se manejaran de una forma estable, no habría problema de una permanencia en el tiempo, por lo menos para las compras que se efectúen de ahora en más. Por el contrario, para el caso de las financiaciones ya en marcha, sin dudas será una pérdida de rentabilidad para la vendedora”, indicó.
Sin embargo, la falta de stock en el sector a causa de la restricción a las importaciones ha afectado a la cantidad de equipos financiados -no a la financiación en sí-, con lo cual su efecto no sería alarmante, según graficó el gerente de la cámara.
Con todo, la lectura para el sector es que la demanda se verá restringida por lo menos “durante estos tres meses en los que los precios se van a ir acomodando al público”, adelantó.
Optimismo para pocos
“Si la medida de la devaluación no fuera una cuestión aislada, sería una buena noticia para el sector exportador de software o hardware, ya que el reposicionamiento de los precios nos levanta la competitividad en relación con otros países”, dijo Pablo De Chiara, presidente del Cluster Córdoba Technology (CCT).
Sin embargo, para el caso de las empresas que sólo comercializan sus soluciones en el mercado local, la única respuesta hasta el momento es la “incertidumbre”, debido a que no existen “valores de referencia”.
“Desde el jueves pasado los proveedores no están atendiendo; han colgado sus teléfonos”, dijo De Chiara, quien agregó que dadas las circunstancias, “los únicos que saldrían totalmente beneficiados son los grupos especuladores, que ganan cuando el mercado cambiario se desestabiliza”
De igual modo, este medio consultó a Erardo Bozzano, presidente de la Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones del Centro de Argentina (Ciiecca), quien advirtió de que a la fecha aún “no está claro el impacto en los insumos ni en cómo afectará a la competitividad del sector”. En estos días, los empresarios involucrados se reunirán para evaluar los alcances de las medidas y fijar posturas al respecto, según añadió.
Radiografía
– Los productos importados sufrirán aumentos de 30%. Los sistemas de impresión, insumos, cartuchos y videoproyectores serán los más afectados.
– Los productos fabricados en el país con piezas importadas sufrirán incrementos en 50% de sus sobrecostos: computadoras, portátiles, televisores, aparatos de audio, fabricantes de aire acondicionado.
– Exportadores de software y hardware podrán mejorar su competitividad por reposicionamiento del valor de sus productos.
– Vendedores de software y hardware en el mercado interno no tienen precios de referencia.