Incendios en Córdoba: devastación y pérdida de oportunidades para aprender

Según un monitoreo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), en lo que va del año se estima que ya suman 69.000 las hectáreas quemadas en Córdoba. Durante septiembre la provincia sufrió, una vez más, devastadores incendios que arrasaron con varias zonas de bosque nativo, pastizales, animales, infraestructura e impacto en la salud de la población.

Lucas Enrico, doctor en Ciencias Biológicas investigador del Conicet y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), es una de las voces más reconocidas en la investigación de los incendios forestales en la provincia de Córdoba. En esta entrevista, alertó sobre la urgencia de abordar la crisis ambiental desde una perspectiva multidisciplinaria y destaca la responsabilidad del cambio climático antropogénico en la magnitud creciente de los incendios. Según el experto, el avance de la frontera agropecuaria e inmobiliaria, sumado a un contexto de falta de políticas gubernamentales preventivas, está llevando al ecosistema cordobés a un punto de no retorno.

Para Enrico, los incendios son un fenómeno complejo, no sólo por su impacto en el entorno natural sino por su vínculo con problemáticas socioambientales. “Lo que vemos es que se repiten año a año, y no sólo no se detienen sino que empeoran. Los incendios son multicausales, con efectos sobre diversas aristas: desde lo natural, lo biológico y lo geológico, hasta lo social”, asegura.

Uno de los aspectos clave que señala es el cambio en el uso de la tierra en Córdoba. La expansión de la frontera agropecuaria y el crecimiento de desarrollos inmobiliarios en zonas que históricamente no estaban tan pobladas son factores que, según Enrico, agravan la situación. “Cada vez que avanzamos sobre la vegetación natural, incrementamos el riesgo de incendios, pero también generamos otras problemáticas ambientales, como la invasión biológica y la fragmentación de los ecosistemas”, afirma.

Cambio climático y negacionismo

Enrico no deja de enfatizar la relación entre el cambio climático y el aumento en la frecuencia e intensidad de los incendios. Advierte que esta conexión debe ser comprendida y asumida por la sociedad, especialmente en un contexto en el que algunos líderes políticos adoptan posturas negacionistas. “Estamos en un momento en que se niega el cambio climático antropogénico, cuando está científicamente demostrado. Es un error no vincular estos incendios al contexto del cambio climático que vivimos”, subraya.

Los daños causados por los incendios no sólo son visibles en la destrucción del paisaje natural sino también en la calidad de vida de la población. “Los incendios traen pérdidas significativas en bienes comunes como los bosques, que proporcionan servicios ecosistémicos cruciales, como la regulación hídrica y el almacenamiento de carbono. Además, hay una gran pérdida en términos turísticos. 

“Nos gusta mucho presentarnos como una provincia turística, hay un capital de qué pone en valor la gente cuando viene a Córdoba en sus vacaciones; mayormente es la imagen de las sierras, de los bosques, de los ríos, del agua cristalina, y todo eso es una gran pérdida. En la medida que se van degradando los ecosistemas, se va perdiendo eso, y no sé cuánto más la gente va a querer seguir viniendo a Córdoba cuando esto sea un páramo”, explicó. 

A esto se suma el impacto sobre la salud humana. Enrico subraya que la conexión entre la salud del ecosistema y la salud humana es indiscutible. “La contaminación generada por los incendios afecta no solo las vías respiratorias, sino también la salud mental de la población. Ver imágenes apocalípticas de bosques y casas quemadas, animales muertos y familias desplazadas genera angustia y afecta el bienestar de todos”, señaló.

Para Enrico, uno de los grandes desafíos es llevar la ciencia “a la calle”. Es vital demostrar la aplicabilidad del conocimiento científico en el día a día. Cuentan con herramientas, pero aún faltan políticas públicas que las tomen en cuenta.


Llamado urgente a actuar

Los incendios en las sierras de Córdoba durante 2024 han dejado una devastación significativa, que afecta no sólo los ecosistemas nativos sino también las comunidades locales y sus formas de vida.
Este año se sintió un punto de inflexión en cuanto al hartazgo ante la repetición y agudización de los efectos de los incendios. Diferentes institutos del Conicet Córdoba – UNC acaban de emitir una declaración que destaca la necesidad de aprender de estos eventos y aprovechar esta crisis como una oportunidad para mejorar la gestión del fuego y la protección ambiental.
Los institutos dedicados a la investigación en Ciencias de la Tierra (Cicterra), Biología y Ecología Vegetal (IMBIV), Diversidad y Ecología Animal (IDEA), Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (IIByT), estudios de Antropología (Idacor), con el aval de sus respectivos consejos directivos, así como centros de la UNC dedicados al estudio de Ecología y Recursos Naturales Renovables (Cernar; FCEFyN), de Ambiente, Sociedad y Territorios (FFyH) y Museo de Antropologías (FFyH) manifestaron su “inmensa preocupación por los incendios que están aconteciendo en los meses de julio, agosto y septiembre del 2024 en las Sierras de Córdoba, así como por la intensificación, año a año, en su extensión espacial, duración, frecuencia y recurrencia”.

Asimismo agregaron: “Consideramos que, en el contexto de crisis ambiental y climática en el que nos encontramos globalmente, es indispensable tomar medidas en carácter de urgencia, a fines de prevenir, presuponer, combatir eficazmente los incendios actuales y futuros y asegurar la restauración de los ambientes afectados”.
A continuación, los puntos claves de la propuesta de los especialistas para el gobierno de Córdoba:

1. Declaración de emergencia nacional. Los institutos del Conicet-UNC subrayaron la importancia de declarar la emergencia nacional para gestionar de manera más efectiva los recursos necesarios para combatir los incendios. Esta medida, que finalmente se concretó a fines de septiembre, no sólo facilitará la intervención rápida sino que también permitirá una colaboración más estrecha entre la provincia y el Gobierno nacional, crucial para enfrentar la catástrofe.

2. Mejora del Plan Provincial de Manejo del Fuego

Se propone fortalecer el plan provincial existente, enfocándose en la prevención y restauración de áreas quemadas. Además, se insiste en incluir a las comunidades locales en las estrategias de prevención de incendios, sumando una perspectiva socioambiental que reconozca la relación entre la crisis climática y el aumento de estos desastres.

3. Aumento del presupuesto para 2025  

Se subraya la urgencia de incrementar los fondos destinados al manejo del fuego, asegurando recursos para todas las etapas: prevención, extinción y restauración. Un sistema robusto no sólo enfrentaría los incendios de manera más eficaz sino que también permitiría una recuperación ambiental y social a largo plazo, con el fortalecimiento de los guardaparques y sistemas de alerta temprana.
En este marco se debe reclamar a la Nación el cumplimiento efectivo de la Ley Nº 26815 de Presupuestos Mínimos de Manejo del Fuego, especialmente no desfinanciar el Fondo Nacional del Manejo del Fuego (Art. 30).

4. Investigación judicial para encontrar a los responsables
Otra medida importante es dotar al Poder Judicial de las herramientas necesarias para investigar y sancionar a los responsables de iniciar incendios y promover cambios legislativos que aumenten las penalizaciones por daños ambientales, exigiendo también la restauración de los ecosistemas afectados.

5. Cumplimiento de las leyes ambientales vigentes

Los institutos recuerdan que es fundamental que las leyes nacionales y provinciales de protección de los bosques nativos se cumplan efectivamente. Exigen un control riguroso para asegurar que las áreas afectadas por el fuego no se destinen a otros usos, como el cambio de uso del suelo, que aumenta el riesgo de incendios futuros. Al respecto, apuntaron a efectivizar el cumplimiento de las leyes Nacional 26331/07 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos y provincial 9814/10 de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos: generar sistemas integrales de control y seguimiento de bosque nativos quemados para efectivizar el cumplimiento del Art. 40 (ley 26331).

6. Campañas de información y educación ambiental  

Es necesario desarrollar campañas de concientización para que la comunidad comprenda el impacto de los incendios y se involucre en la prevención. Acceso a información clara y confiable sobre los incendios, cartografías de riesgo y un seguimiento detallado de los daños son herramientas esenciales para fomentar la participación ciudadana y evitar futuros desastres.

La devastación de los incendios forestales no sólo nos deja un paisaje arrasado sino que también presenta una oportunidad única para aprender de los errores pasados. Los institutos de Conicet-UNC hacen un llamado a todas las partes involucradas a actuar de manera urgente y a tomar las lecciones necesarias para evitar que esta tragedia se repita.

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