Lo que entrega el país
– Argentina autoriza a que un vuelo regular de una aerolínea brasileña que une San Pablo con Puerto Argentino haga una vez al mes una escala en la provincia de Córdoba, tanto de ida como de regreso;
– nuestro paìs acepta que los pasajeros nacidos en Malvinas no reciban trato de argentinos y que no sean obligados a presentar DNI ya que ingresarán o egresarán del continente con su pasaporte;
– también se acepta que una aerolínea extranjera haga cabotaje nacional ya que subirá pasajeros en una provincia argentina para llevarlos a otra (cabe recordar que Malvinas es parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur);
– las autoridades nacionales aceptan que la escala sea en Córdoba y no en Buenos Aires, pues para un isleño podría resultar molesto arribar a la capital de una potencia beligerante;
– el país acepta que el embarco de pasajeros argentinos con destino a las islas deba contar con una aprobación previa de las autoridades coloniales;
– Argentina dice que todo renunciamiento a su soberanía por estas concesiones no será tal ya que existe un “paraguas protector”.
Lo que el país recibe a cambio
– Londres no acepta que, en uso de la misma fórmula del “paraguas”, un ciudadano argentino pueda ingresar a las islas con su DNI, porque sería inadmisible (en este caso, el “paraguas” parece estar cerrado);
– tampoco acepta que el tramo Córdoba-Puerto Argentino sea efectuado en un avión de Aerolíneas o de ninguna empresa con bandera argentina, ya que sería una afrenta a los habitantes de las islas;
– los británicos no admiten que Buenos Aires sea el punto de arribo o partida de los vuelos desde y hacia las islas pues sería estigmatizante para los colonos;
– Londres no accede a negociar con Argentina la creación de áreas marítimas protegidas dentro de sus 200 millas (ilegales, por cierto), pero sí acepta crearlas en el resto del Mar Argentino y la plataforma continental argentina;
– Londres no acepta ni aceptará que en el cementerio de Darwin los familiares entonen las estrofas del Himno Nacional Argentino o hagan ningún tipo de reivindicación de los caídos. Solo pueden llorar y rezar, sin exhibir estandarte nacional alguno, ni tan solo un escudo, una escarapela o bandera argentina en una placa sobre una tumba.