<?xml version="1.0"?><nbibliografica> <intro></intro><body><page>La problemática del Recurso de Casación constituye el tema crucial del abogado litigante, quizás porque va en él un medio para obtener la justicia del caso, confundiendo el objeto concreto del arbitrio con el indiscutible efecto mediato. Esta es la causa por la que se ha acumulado una jurisprudencia fundamentalmente disuasiva en la que prevalecen las obstancias por sobre el objetivo político de garantizar una mejor administración de justicia. Por ello la obra en comentario deviene tan útil como oportuna, pues una cosa es la mera acumulación de precedentes y otra su sistematización, de lo que fluye una teoría orgánica y coherente. La obra comienza con una excelente síntesis teórica, a cargo del director de la publicación, estableciendo las distinciones con otras formas impugnativas, con análisis del problema de la competencia funcional del Máximo Tribunal, sus finalidades, especialmente la unificadora de la jurisprudencia, la admisibilidad, la legitimación, el ámbito propio y el excluso. Luego entra a los motivos, el quebrantamiento de formas, la violación de la congruencia, la fundamentación lógica, los defectos de motivación y del procedimiento, para continuar con el estudio de diversos casos puntuales. Le sigue a ello el estudio del polémico inc. 2º del art. 383 del CPCC, o sea la causal casatoria de violación de la “cosa juzgada”, para completarlo con las circunstancias derivadas de las sentencias contradictorias (inc. 3º art. 383, CPCC) y la consecuente función “nomofiláctica”, así como con el conflicto entre la sentencia impugnada y la jurisprudencia del TSJ adoptada en función del inciso 3º. Completa el volumen una explicación respecto a la práctica del recurso, señalándose con precisión los elementos que deben conformar un recurso extraordinario local, correctamente planteado y las consecuencias de los intentos fallidos. La edición es sumamente prolija; el índice cumple más que una función expositiva del material, la pauta para la localización del asunto, lo que provee a la obra de un mérito adicional que le confiere el carácter de un verdadero vademecum para el litigante, no común en este tipo de trabajos que, por lo general en vez de aportar soluciones, nos confunden en un maremagnum de disquisiciones teóricas que, si bien son complemento importante no revisten carácter de imprescindibles para la tarea impugnativa concreta. Esperamos que el joven pero promisorio procesalista cordobés Manuel Antonio González Castro, recientemente doctorado en Santa Fe, y sus colaboradores, piensen en una segunda edición ampliada de la obra que comentamos &#9632;</page></body></nbibliografica>