<?xml version="1.0"?><nbibliografica> <intro></intro><body><page>Días pasados, en el ámbito de la Universidad Empresarial Siglo 21, junto con el Dr. Adonis Molina Herrera y ante una nutrida concurrencia, tuvimos el honor de presentar el libro “La Pesificación Asimétrica. Argentinos en crisis” del Dr. Víctor Moncada. En dicha oportunidad –como lo hacemos ahora– resaltábamos la importancia de la obra de Moncada, por distintas razones. En primer lugar, por constituir un testimonio escrito de la lucha por el Estado de Derecho en nuestro país. A comienzos del siglo que apenas hemos comenzado a transitar, Argentina se encontraba en uno de los más difíciles momentos de su historia, tanto desde la perspectiva institucional, como desde la económica, social y cultural. Una sociedad desorientada y angustiada por la crítica situación ganaba las calles y los lugares públicos batiendo las cacerolas en señal de protesta por los acontecimientos que la desbordaban. Sin duda que una de las principales causas que determinaron esta coyuntura fue la implementación del denominado –y tristemente célebre– “corralito financiero”, que privó a cientos de miles de argentinos no sólo de sus ahorros, sino también de sus sueños e, inclusive, de su propia vida. Fue así que en toda la geografía del país, hombres y mujeres del derecho comenzaron la batalla judicial en contra de este engendro normativo, con el objeto de recuperar la supremacía de la Constitución Nacional. De esos esfuerzos nació el “Foro Nacional de Abogados contra el Corralito” –en el que Moncada tuvo una activa participación, siendo uno de sus fundadores y en la actualidad, su presidente–. Es decir que junto a la contienda en los tribunales, a lo largo de la obra de Moncada emerge la fuerza de la acción, de la lucha por el derecho, como decía Von Ihering. Por otra parte, el libro que comentamos adquiere una notoria actualidad. Seguramente que al momento en que el lector se detenga en su estudio, el Congreso de la Nación habrá ya aprobado la prórroga de la “emergencia económica”, como lo viene haciendo sistemáticamente desde hace años –y pese a que las fuentes oficiales hablan de un nítido y sostenido crecimiento de nuestro país–, seguirán vigentes los “superpoderes” y nos enfrentaremos a las secuelas del conflicto originado en el rápido traspaso del manejo de los fondos previsionales de manos privadas a estatales. Frente a tales extremos, el trabajo de Moncada enseña y advierte lo que puede ocurrir cuando nos enfrentamos al “gigantismo” del Poder Ejecutivo, a merced del cual el patrimonio y el futuro de los derechos de los ciudadanos son alcanzados por la penumbra de la inseguridad jurídica. Además, el autor presenta un análisis integral de la problemática de la pesificación y sus consecuencias, lo que significa un aporte de sumo valor para el operador jurídico, pues mucho se ha escrito al respecto pero sin la sistematización que aquél nos ofrece. En efecto, a lo largo de sus ocho capítulos, Moncada nos propone un paseo por la legislación de emergencia, la situación de los ahorristas y de los deudores hipotecarios y por la evolución de la doctrina judicial de nuestros tribunales, fundamentalmente, de la Corte Suprema de Justicia la Nación, resaltando la valiente actitud asumida por muchos magistrados en defensa de los principios y normas consagrados por la Carta Magna federal. En una conjunción difícil de hallar en la literatura jurídica de nuestros días, la profundidad no le resta ni claridad ni sencillez a cada una de las palabras y cuadros con los que Moncada describe los distintos contornos asumidos por la pesificación. Junto a las nítidas ideas del autor, su profusa experiencia como “litigante de a pie” constituye un complemento excelente para su obra que, sin dudarlo, en parte fue “escrita en las barandillas” de los tribunales. Con prólogo del destacado constitucionalista cordobés, Antonio María Hernández (h), de la mano de una primera y estupenda edición de Comercio y Justicia y a veinticinco años de la recuperación democrática de nuestro país, el libro de Moncada nos muestra el lado positivo de la crisis en las que nos encontramos los argentinos y que no es otra que la de aprovechar la oportunidad de retomar la senda que nos conduzca al afianzamiento de las instituciones republicanas &#9632;</page></body></nbibliografica>