<?xml version="1.0"?><nbibliografica> <intro><bold>Segunda edición actualizada. Prólogo a la 1a. edición de Germán J. Bidart Campos</bold> </intro><body><page>La segunda edición de La Competencia Federal, publicada por Ricardo Haro, confirma lo que pensamos desde que apareció la versión original. Se trata de un libro que pronto se convirtió en un clásico de la doctrina jurídica argentina, al estilo de las grandes obras, de los grandes autores, que han jerarquizado nuestro Derecho. Ahora consolidada con todo lo que se incorpora en la nueva publicación. ¿Qué abogado puede prescindir de revisar La Competencia Federal para intervenir en un juicio que tenga perfiles de esa índole? ¿Qué catedrático puede omitir su referencia, desde la enseñanza de cada una de las vertientes del Derecho, empezando por el constitucional? ¿Cuántas dudas que podamos tener en asuntos tan sensibles nos las disipa Ricardo Haro con su libro? Este es el producto –el magnífico y virtuoso producto– de muchos años de la investigación y la enseñanza del Derecho Constitucional, concurrentemente con el ejercicio de la magistratura federal. Por eso no hago otra cosa que ser justo al afirmar que este libro se inscribe dentro de las grandes piezas de nuestra bibliografía jurídica. La versión actualizada pasa, de las 382 páginas en la edición de 1989, a las 548 contemporáneas. Desde luego que el valor de una obra no se mide por su extensión, pero destaco lo dicho para que se comprenda la importancia de esta segunda publicación. Ha influido para ello, en buena medida, la gran cantidad de leyes federales que se sancionaron durante los diecisiete años que mediaron entre ambas ediciones, leyes que Haro analiza con detenimiento. También, por supuesto, la evolución habida en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, en algunos casos, el autor califica con precisión como “copernicana”, además de los cambios operados a partir de la reforma constitucional de 1994. Como ejemplo de lo dicho cabe mencionar el capítulo VI, en el que se trata la primera parte de la competencia federal en razón de la materia. Es impresionante el número de leyes sancionadas entre la primera y la segunda edición de la obra, hecho que motiva a Ricardo Haro a analizarlas cuidadosamente. En la versión original, Germán J. Bidart Campos –el inolvidable maestro y amigo de tantos colegas– dijo: “Nos estaba haciendo mucha falta un estudio completo y exhaustivo sobre la jurisdicción y la competencia de los tribunales federales”, añadiendo: “…resultaba imperioso sistematizar en un trabajo independiente y autónomo tan delicada materia, no exenta de complejidades”. Aquellas palabras cobran mayor actualidad hoy, a la vista del enorme desarrollo que ha tenido la competencia federal en nuestro país. El libro tiene diecisiete capítulos, uno más que los de la primera edición. Hacemos una referencia rápida: Jurisdicción y Competencia, función institucional de la Justicia Federal, el Poder Judicial nacional, legislación sobre competencia, sus caracteres, la competencia en razón de la materia y de las personas (seis capítulos); la competencia originaria y exclusiva de la Corte (tres capítulos); la competencia en razón del lugar, la competencia federal en la Capital Federal, y un último capítulo en el que se estudian ciertas cuestiones procesales de la competencia federal. En cada uno de ellos y en cada uno de los innumerables temas en los que se subdividen, Haro analiza la doctrina, la legislación y la jurisprudencia que los ilustran. En suma, un verdadero Tratado, en el sentido preciso que le asignamos a la expresión, sobre la materia. Estamos ante un libro magnífico del que nadie puede prescindir. Lo necesitan los catedráticos para sustentar sus enseñanzas, así como los abogados y los jueces en cada uno de los infinitos momentos en los que la práctica del Derecho nos impone certezas. Pero es más que eso, es un libro –como se dijo al principio– que adquiere por su propia entidad el carácter de un clásico de la ciencia jurídica nacional &#9632;</page></body></nbibliografica>