<?xml version="1.0"?><nbibliografica> <intro></intro><body><page>Acaba de ser lanzado al campo de la literatura jurídica vernácula un nuevo trabajo del destacado penalista cordobés, quien esta vez cuenta con la colaboración de tres de sus hijos que, según sus propias palabras, han intervenido en la “preparación, reunión, selección y análisis de los casos”, lo cual le permite sostener, amablemente, que si bien en un sentido estrictamente técnico no son, con él, “coautores” de la obra, sí lo son “familiarmente”. Si bien una primera mirada sobre el contenido del libro podría darnos la sensación de que nos encontramos, simplemente, frente a una nueva recopilación de jurisprudencia -referida específicamente al delito de hurto- proveniente de tribunales de distintas partes del país y dictada en épocas diversas, al adentrarnos en sus páginas encontramos particularidades y caracteres especiales que le dan un singular perfil. Con agudeza destaca en el proemio el Dr. Laje Anaya que, desde no poco tiempo atrás, puede advertirse entre quienes frecuentan la aplicación práctica de la materia jurídico-penal, una inclinación o tendencia a priorizar el conocimiento del caso particular antes que el contenido y alcance de la ley en virtud de la cual aquél ha sido resuelto, señalando que tal actitud resultaría explicable, por su absoluta practicidad, en los sistemas judiciales donde el precedente tiene valor decisivo, pero que su justificación se resiente si el sistema no le da a la jurisprudencia valor de ley. No obstante esta convicción, el autor, según lo expresa, se ha decidido a realizar un trabajo que tiende, en principio, a satisfacer ese reclamo general de conocimiento de los casos jurisprudenciales, pero lo ha hecho complementándolo con un análisis elaborado a partir de su confrontación con el sistema jurídico. De tal forma se superan los estrechos límites del caso planteado y la respuesta se obtiene a partir de una armónica interpretación del ordenamiento jurídico. En el mismo orden de ideas destaca el Dr. Laje Anaya las distorsiones que, pese a la precisión e incluso, a la sencillez de la fórmula legal del hurto, pueden advertirse en la jurisprudencia desde la entrada en vigencia del Código Penal hasta la fecha, lo que abarca tanto los aspectos objetivos como subjetivos del delito -afirmación ilustrada con elocuentes ejemplos-, fenómeno que el autor atribuye a que no pocas veces se interpreta la ley “en función de una teoría y no ya por la ley misma”. Precisa entonces algunos puntos de partida que, a su juicio, deben ser tenidos en cuenta por quien se aboque a la tarea de interpretación de la ley y pretenda desentrañar, de la manera más certera posible, la estricta voluntad de la ley. El contenido específico de la obra va confirmando tanto el apego del autor a los principios que proclama en el prefacio, como el cumplimiento de los objetivos propuestos. Desde el capítulo inicial en adelante, advertimos que luego de un acápite donde se consigna el tema motivo de consideración del caso, en su aspecto fáctico y jurídico, se sintetiza la jurisprudencia sentada y se hace una remisión identificatoria del tribunal interviniente; cada caso recibe un minucioso tratamiento analítico y una respuesta fundada en precisos conceptos jurídicos, con remisión a disposiciones de diversas partes del ordenamiento jurídico, antecedentes legislativos y citas de acreditada doctrina. En ese primer capítulo, dedicado al hurto simple, el análisis va más allá de los casos de jurisprudencia estrictamente relacionados con los elementos que estructuran la conducta típica para ocuparse también de los referidos a la tentativa, la participación, las causas que impiden la punibilidad del hurto o la relación de éste con otros delitos. Lo mismo puede observarse cuando, en el Capítulo II, se abordan los casos referidos a las circunstancias agravantes del hurto contenidas en los seis incisos del art.163 del C. Penal, cada uno de los cuales es específicamente considerado, analizado y correlacionado. Finalmente el Capítulo III está dedicado a la jurisprudencia existente sobre la excusa absolutoria del art. 185 de la ley de fondo, en donde se analiza desde los casos referidos a la naturaleza jurídica de la norma hasta los que se ocupan tanto de los delitos como de las personas comprendidas y excluidas por la misma. Los dos restantes capítulos contienen los antecedentes legislativos del delito de hurto y de la excusa absolutoria mencionada, inclusión que si bien podría considerarse que, estrictamente, no se inserta en el plan general de la obra, se justifica por las referencias que a los mismos se hacen al analizar algunos de los casos jurisprudenciales, al margen de la utilidad que el conocimiento y difusión de tales antecedentes puede brindar a los interesados en profundizar los temas. Particular atención merece, por lo acertado y prolijo de su diagramación, el Sumario, en el cual se ha ordenado alfabéticamente el contenido de cada uno de los capítulos pero discriminando, además y de la misma forma, cada una de las partes que los integran, lo cual le otorga un gran dinamismo y practicidad puesto que permite al lector ubicar con facilidad y prontitud el tema concreto de su interés. Desde luego que -como el propio autor, paladinamente, lo acepta- se puede compartir o discrepar con los criterios del analista, pero, incluso en ese supuesto, habrá que reconocerle a la obra el mérito de haber inducido al lector a la reflexión crítica sobre el caso. En síntesis, creemos que este trabajo, cuyos méritos resaltamos, será de gran utilidad práctica tanto para litigantes como para quienes integran los cuadros tribunalicios, al igual que para los docentes que quieran ilustrar sus clases con los casos jurisprudenciales que la obra contiene o utilizarlos en sus exámenes, como así también para quienes frecuentan la investigación jurídica. Auguramos éxito a este emprendimiento familiar y quedamos a la espera de las obras de similares características, cuya próxima aparición se anticipa en la solapa del libro. </page></body></nbibliografica>