Costea el Adriático e impacta por sus ciudades medievales impecablemente conservadas y restauradas, su cultura, tradiciones, playas paradisíacas, parques naturales y experiencias memorables
Historias centenarias que abrazan ciudades medievales, postales cinematográficas de murallas, iglesias, conventos, palacios y acantilados; playas encantadoras bañadas por las aguas azules del mar Adriático; parques llenos de cascadas y lagos resplandecientes; atardeceres musicalizados -literalmente- por el mar; islas paradisíacas custodiadas por fuertes y paseos costeros con decenas de restaurantes y palmerales, son algunos de los mil motivos por los cuales visitar Croacia, un destino que alberga patrimonios culturales y naturales únicos en el mundo.
En los últimos años, el país que ocupa un territorio de más de 56 mil kilómetros cuadrados y mil islas y es habitado por alrededor de cuatro millones de personas, se ha convertido en el más codiciado por el turismo internacional.
Aunque no alcanzan los días del año para recorrerlo y disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer, éstos son los siete sitios imperdibles para visitar durante una semana en este país de película.
1- Dubrovnik y su centro amurallado
El plato fuerte de la visita a Croacia es Dubrovnik, la perla del Adriático recostada al pie de la montaña Srđ, cuya historia se remonta al siglo XII cuando se convirtió en una importante potencia, y hoy impacta por su restaurado centro histórico amurallado reconocido por la Unesco como patrimonio de la humanidad.
Recorrerla es como transportarse al medioevo y, aunque este enclave fue víctima de guerras y hasta de un terremoto que en 1667 arrasó con gran parte de sus edificios, sorprende cómo logró conservar y lucir en la actualidad sus iglesias góticas, renacentistas y barrocas, así como conventos, palacios y fuentes totalmente restaurados.
Hay circuitos de entre media hora y tres horas que indican cuáles son los principales puntos de interés dentro del centro histórico. Entre ellos se destacan la entrada central, la gran fuente Onofrio’s, la calle principal Sradun o Placa, las iglesias Saint Blaise, Saint Nikole, Saint Sebastian y Savour; el puerto viejo; la catedral Riznica, los fuertes de Saint John, Bokar y Minceta; el palacio Sponza y la imponente torre del reloj, entre otros.
Vale la pena perderse entre las callecitas angostas, detenerse a comer algo en uno de los coquetos restaurantes y apreciar el atardecer desde el puerto o alguno de los bares que “cuelgan” de los acantilados.
Los amantes de Juegos de Tronos también encontrarán excursiones, museos y spots fotográficos que identifican donde se rodaron las escenas de la serie.
2- Split y el palacio Diocleciano
Otra ciudad medieval maravillosa de este país es Split, una joya croata cuyo centro histórico gira en torno al palacio del emperador Diocleciano, una de las obras más importantes de la arquitectura clásica del siglo IV, no sólo por el grado de conservación de algunas sus partes originales y por la estructura del palacio sino por sus piezas originales de arte bizantino y medieval.
El enclave regala un paseo entre edificios urbanos, bares, restaurantes y hoteles que se funden con ruinas de piedra blanca y esculturas antiquísimas. Imperdibles son la Catedral y el Mausoleo Romano, la Plaza Prokurative, la Estatua de Gregorio de Nin (dicen que que tocarle el pie da suerte) y el paseo marítimo colmado de sitios para comer o tomar algo con vista al mar y las embarcaciones.
En verano también resulta gratificante disfrutar de un día de mar y sol en la playa Bačvice, a la que se arriba a pie y está a pocos minutos del centro histórico.
Algunas noches, la gente puede sentarse en las escalinatas frente a la fachada principal del palacio Diocleciano acompañada de música en vivo, tragos y picadas.
3- Trogir
Trogir es como una versión en miniatura de Split o Dubrovnik, ya que es mucho más pequeña pero también ostenta un importante legado histórico que se remonta al siglo III antes de Cristo y fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Por allí pasaron griegos, romanos, húngaros, sarracenos y venecianos, entre otros imperios, y otros más actuales como el austrohúngaro, que dejaron su impronta en el estilo de sus construcciones y su mezcla de culturas y tradiciones.
Su paseo marítimo es un encanto, su propuesta gastronómica es ideal para quienes disfrutan de los mariscos y pescados frescos y su plaza central parece de cuento.
Los principales sitios para conocer son la Plaza Ivana Pavla II, donde se ubica la Catedral de San Lorenzo, que comenzó a construirse en 1200 y finalizó en 1589, por lo que mezcla elementos tanto románicos como góticos e incluso renacentistas o barrocos; la Iglesia de San Salvador, así como también el Castillo del Camarlengo y la Torre de San Marcos.
4- Las islas Elafitas
Desde Dubrovnik se puede tomar una excursión a las Elafitas, un archipiélago de 14 islas de las cuales solo tres están habitadas: Koločep, Lopud y Šipan. La excursión a bordo de una embarcación rápida se puede contratar a través del sitio Civitatis y parte del Puerto Viejo rumbo a Koločep, previo a una parada para hacer snorkeling en la Cueva Azul y apreciar un fenómeno natural que se crea dentro del acantilado y provoca un reflejo de la luz del sol que se traduce en un turquesa fosforescente.
El paseo también incluye un momento de relax en alguna de las playas de arena de estas islas donde se disfruta del sol y el mar cálido del Adriático.
5 – Isla de Hvar
Desde Split o Dubrovnik parten frecuentemente barcos para visitar la isla de Hvar, una belleza de lugar no sólo por contar con un pintoresco paseo marítimo sino también por sus muros del siglo XIII edificados bajo dominio de los venecianos, y el imponente fuerte español que corona la cima de un cerro y regala una vista majestuosa. También, la isla se luce por su plaza principal, una de las más grandes de la costa dalmacia, con más de 4.000 metros cuadrados, que está protagonizada por la catedral renacentista San Esteban, reconocible por su campanario y construida durante los mejores tiempos del renacimiento dálmata, aproximadamente entre los siglos XVI y XVII.
La isla es la mayor productora de lavanda del mundo, por lo que en el circuito costero hay varios puestos donde la venden en todas sus versiones: aceites, cremas, adornos, jabones, etcétera. También ostenta el teatro público más antiguo de Europa, que fue fundado en 1612 y está ubicado en la planta superior del Arsenal.
En verano vale la pena visitar sus playas vírgenes y poco concurridas y otras más conocidas como Dubovica.
6- Parque Nacional de los Lagos de Plitvice
Aunque el país se destaca principalmente por sus ciudades costeras e infinidad de islas, una de las visitas imperdibles de Croacia es el Parque Nacional de los Lagos de Plitviče, una reserva natural de casi 300 kilómetros que alberga una cadena de 16 lagos unidos como si fueran terrazas por impactantes cascadas.
Se lo recorre a pie por escalinatas de madera y la entrada incluye el traslado en una embarcación que vincula los 12 lagos superiores con los cuatro inferiores, así como un tren para regresar al punto de ingreso. Su principal atractivo es la cascada Veliki Slap, de casi 80 metros de altura, además del color de las lagunas, que varía entre el verde luminoso y los mil turquesas, el sonido de las cascadas y la vegetación que se exhibe en todo su esplendor.
El parque es reconocido por la Unesco como reserva natural desde 1979 y está prohibido bañarse, por lo que se encuentra en excelentes condiciones.
En temporada baja, la entrada parte de 20 euros por persona y se puede llegar en auto desde Zadar o Split.
7 – Zadar y el órgano de mar
Zadar es un pequeño poblado, famoso por albergar una antigua ruina de un foro romano dentro de su centro histórico. Pero uno de sus grandes atractivos en la actualidad es la puesta de sol musicalizada por el órgano de mar, también conocido como uno de los atardeceres más bellos del mundo. Para esta ocasión, miles de turistas disfrutan del ocaso sobre el Adriático apostados en la costanera sobre esta obra de arquitectura que a través de unos tubos sumergidos logra que el agua ingrese y cree una melodía especial y cautivadora.
Por otro lado, la ciudad merece un paseo por sus monumentos góticos, renacentistas y barrocos que se descubren dentro de sus murallas, como la iglesia prerrománica de San Donato, con forma circular, el Convento de Santa María, la gran Catedral de Santa Anastasia y la Iglesia de San Donato.
Agenda de Viaje
Cómo llegar
Hay vuelos con compañías de bajo costo desde Roma a Dubrovnik, Split o Zadar
Dónde dormir
-En Dubrovnik: Hotel Lero
-En Split: Hotel Cornaro
-En Zadar: Falkensteiner Club Funimation Borik
Qué hacer
-Desde Dubrovnik: excursión lacustre a las islas Elafitas. Con Civitatis, desde 70 euros
-Desde Split: excursión lacustre de día entero a Hvar. Con Civitatis, desde 100 euros
– Entrada Parque Plitvice desde 20 euros.
Más información
Croatian National Tourist Board
Instagram: https://www.instagram.com/croatiafulloflife/
#CroatiaFullOfLife
Porqué no figura Pula entre los sitios ?
Porque no llegué a conocerla, pero seguramente estará en los próximos viajes.Gracias por tu aporte