Río de Janeiro, la capital turística de Brasil, liberó a partir de este lunes la ocupación máxima como en la época prepandemia de teatros, ferias y convenciones y otros ambientes cerrados, aunque con la obligatoriedad del uso de barbijo, según un decreto del intendente Eduardo Paes.
Hasta ahora esos espacios venían desde agosto funcionando con aforo del 70 por ciento, pero la decisión forma parte de una planificación de la llamada “ciudad maravillosa” de cara a la apertura total, con festejos de Año Nuevo y la preparación del Carnaval, considerado el evento masivo más importante del país.
Un decreto publicado hoy por Paes permite el aforo de 100% también en museos, bibliotecas, casas de fiestas, salones de juegos, circos, parques de diversiones, pistas de patinaje, entrenamiento, clubes, centros de visitas turísticas y el zoológico.
Por el momento, están prohibidas las discotecas y salones de baile, así como se ha mantenido el aforo del 50% de público para los partidos de fútbol.
En los museos, teatros y cines es obligatorio presentar el certificado de vacunación contra la Covid-19.
Se mantienen las restricciones de distancia en bares y restaurantes, luego de que cerraran durante la pandemia 1600 locales de gastronomía en Río de Janeiro, el motor turístico de Brasil junto con las Cataratas del Iguazú.
El secretario de Salud de la ciudad de Río, Daniel Soranz, dijo que la próxima semana deberá declararse no obligatorio el uso de barbijo o tapabocas, ya que, según afirmó, el gobierno de la segunda ciudad de Brasil habrá completado la inmunización total del 70% de la población.
“Estamos en la octava semana de caída de casos, el mejor escenario de la pandemia. Si Dios quiere, caminamos hacia el fin de la pandemia en Río y esperamos que también lo sea en Brasil”, dijo.
A nivel nacional, Brasil logró la vacunación del 49% de su población con las dos dosis o dosis única.
Así como ocurre en el estado de San Pablo, el estado de Río de Janeiro ordenó que a partir de este lunes exista obligatoriedad de clases presenciales en las redes públicas y privadas de educación.
En San Pablo aparecieron críticas de los gremios docentes y de entidades educativas que fustigan al gobierno estadual de haber invertido apenas el 20% del presupuesto en la infraestructura edilicia de las escuelas públicas mientras había virtualidad en la educación.