El santuario inca puede ser disfrutado todo el año sin inconvenientes. Las autoridades locales han reforzado las medidas para preservarlo.
Machu Picchu, la majestuosa ciudadela inca -uno de los destinos más visitados y fotografiados de Sudamérica-, no pasa de moda.
El imponente Patrimonio Histórico de la Humanidad según la Unesco ha pasado por algunos cambios el año pasado, que incluyeron nuevos horarios de entrada y nuevas reglas para su óptimo cuidado, todo ello con el fin de uniformizar el volumen de visitas y así preservar su legado de manera sostenible en el tiempo.
Gracias a estas previsiones, el santuario histórico peruano no se encuentra actualmente en la lista de la Unesco de patrimonios mundiales en peligro, actualmente se beneficia con la uniformización de llegadas de turistas a la ciudadela entre el turno de la mañana y el de la tarde.
Visitarlo en estos meses, época de lluvias en los Andes y la Amazonia peruana, permite quedar cautivado por sus verdes paisajes.
Conocer Machu Picchu es el sueño de vida de muchos visitantes nacionales y extranjeros. Por ello, es imprescindible que se ejerza un turismo responsable y sostenible en el destino más emblemático e importante del Perú.
Machu Picchu ha sido protagonista en las listas de mejores lugares para visitar y destinos imperdibles en el mundo en los últimos años. También ha sido considerado uno de los lugares que más han aparecido en Instagram en, 2017 gracias a los usuarios de esa red que quedan impresionados con la magnitud y belleza del sitio, sentimiento que definitivamente no se puede describir con imágenes ni palabras: se tiene que vivir.
Para llegar al destino existen más de 40 vuelos diarios que conectan la ciudad de Cusco con Lima, Arequipa y Puno.
De manera estacional se encuentran vuelos hacia Iquitos, Trujillo y Paracas. Una vez en Cusco, se debe tomar el tren hasta el distrito de Aguas Calientes y de ahí, tomar un bus hasta la ciudadela de Machu Picchu.
Para los amantes de las caminatas y la aventura, se puede llegar realizando el Camino Inca. Para esto, se recomienda planear el viaje con meses de anticipación. Por mantenimiento, el camino suele cerrar en febrero.
