Ubicada tanto en Europa como en Asia, una de las principales ciudades de Turquía, posee reliquias que regalan a los visitantes un viaje a través del tiempo y la historia
Estambul, una de las ciudades más importantes de Turquía, fue capital de imperios antiguos como el romano, bizantino y otomano y emerge como un libro viviente de historia a través de monumentos y espacios que atesoran la esencia de estas antiguas civilizaciones que han fascinado a millones de personas.
Explorar el destino, es embarcarse en un viaje sin igual, ya que en cada rincón de ella se podrá ver reliquias que narran su emblemático pasado.
Es la única urbe que está ubicada en dos continentes distintos, extendiendo su superficie tanto en Europa como en Asia, dividida por el famoso río Bósforo que conecta el Mar de Mármara con el Mar Negro.
Estambul es una de las metrópolis más visitadas del planeta y fusiona la cultura occidental y oriental convirtiéndola en una de las más poderosas y bellas del mundo.
En este marco, Turkish Airlines, la aerolínea de bandera de Turquía, ofrece una guía de sitios históricos para explorar y descubrir sus majestuosas mezquitas, fortalezas medievales y hasta palacios reales.
Mezquita Santa Sofía
Es uno de los edificios históricos más importantes del mundo y se erige como una fascinante mezcla de historia y arquitectura en el corazón de Estambul. Originariamente fue construida como una basílica bizantina en el siglo VI, luego se transformó en una mezquita otomana, conservando así su legado a través del tiempo. Su imponente cúpula, una maravilla de la ingeniería de su época, y sus mosaicos centenarios en las paredes evocan un viaje en el tiempo hacia épocas pasadas al recorrer sus pasillos. Al adentrarse en su ensoñador interior, se descubren paneles adornados con caligrafías y lámparas de bronce, mientras que las paredes están engalanadas con preciosos mosaicos de oro, plata y piedras de colores, testigos mudos de la riqueza cultural y artística de su época.
Mezquita Azul
Conocida también como la Mezquita del Sultán, esta magnífica obra arquitectónica, erigida en el siglo XVIII por el sultán Sedefkâr Mehmet Ağa es destacada por sus hermosos azulejos azul y blancos que revisten sus muros. La elegante mezquita incluye un patio interior con arcos realizados con mármol procedente de todo el mundo. Continúa siendo utilizada para el culto y también se encuentra abierta al público, permitiendo a los visitantes contemplar la belleza de la construcción otomana. La misma está situada en Sultanahmet, el epicentro del poder tanto bizantino como otomano, siendo uno de los monumentos más espectaculares construidos por los sultanes.
Palacio de Topkapi
Una visita a este antiguo castillo que fue la residencia de sultanes otomanos, y ahora evoca siglos de grandeza imperial en pleno centro de la ciudad. En la actualidad atrae a visitantes con sus jardines y con sus únicas vistas al Bósforo. Su enriquecedor pasado histórico se refleja en la mezcla de diseños con elementos decorativos de estilo europeo, islámico y otomano. Además, en su museo podrán encontrar desde reliquias sagradas a vestimentas relucientes que reflejan el lujoso estilo de vida de los emperadores otomanos.
Mezquita de Suleymaniye
Es la más grande de todas las mezquitas de la ciudad. Fue construida entre 1550 y 1557 y uno de los mayores logros de Solimán I, conocido como “el Magnífico”, quien destacó tanto por sus conquistas militares que expandieron el Imperio otomano como por sus reformas sociales y diplomacia. Rodeada de jardines, tumbas de sultanes y algunas vistas hacia la ciudad, es una de las visitas indispensables en Estambul.
Cisterna Basílica
También conocida como “Cisterna sumergida” debido a su estructura subterránea ha sido el corazón de la ciudad desde tiempos inmemorables. Fue construida como una estructura hidráulica desde la antigüedad para poder acceder al agua fácilmente, con una gran importancia especial para Estambul, que sufre escasez de agua desde su fundación. La Cisterna Basílica fue bautizada por el pueblo como “Palacio Basílica” por sus más de trescientas columnas de mármol y su magnífico aspecto, siendo la más grande de las 60 cisternas construidas en la ciudad de Estambul.
Fortaleza de Rumeli
Ubicado estratégicamente en la parte más estrecha del lado europeo del Bósforo, fue construida en 1452, por orden del sultán Mehmet el Conquistador, para prevenir el paso de la tropa bizantina. Sus imponentes torreones principales siguen en pie desafiando al tiempo, enlazados por murallas almenadas y apoyadas en seis torreones menores. Tras la conquista de Constantinopla, la fortaleza perdió su papel estratégico para convertirse en una prisión. Sin embargo, desde su restauración en 1953 la fortaleza renació como un museo al aire libre, donde se celebran eventos culturales de renombre, como el Festival de la Música de Estambul.
Para los viajeros que visiten otros destinos de Europa y Asia con escala en Estambul, Turkish Airlines ofrece dos programas para poder explorarla. El primero es Touristanbul, para aquellos que tengan una escala de al menos seis horas. El mismo consiste en un inolvidable tour gratuito que incluye un guía profesional que acompaña todo el recorrido incluyendo varios de los sitios históricos mencionados en el artículo. El segundo se trata de su Stopover, donde se puede acceder hasta dos noches de estadías gratuitas en hoteles asociados con la aerolínea para conocer en mayor profundidad todos los encantos de esta ciudad.