ESCUCHARMás allá de los tradicionales mariscos y frutas tropicales, esta región ofrece los mejores restaurantes con opciones gastronómicas para todos los gustos, desde las populares y tradicionales a la alta cocina.
Porto de Galinhas, localizado en el litoral sur de Pernambuco, cumple con las expectativas de los paladares más exigentes a partir de una amplia variedad y diversidad de opciones que hacen que este destino sea toda una aventura a la hora de hablar de gastronomía.
Ubicado a 60 kilómetros al sur del centro de Recife y a 50 del Aeropuerto Internacional Dos Guararpes, cuenta con más de 80 restaurantes habilitados y dirigidos exclusivamente al turismo, desde aquellos que ofrecen comidas regionales y económicas hasta los que buscan platos más sofisticados e internacionales.
Muchas veces, con tanta variedad de comidas la decisión se vuelve difícil. Es por eso que para estas circunstancias las experiencias y vivencias de otros visitantes se vuelven importantes.
“El restaurante Gratin es sin duda alguna el mejor de Porto de Galinhas, por su excelente servicio, su comida exquisita y una inolvidable experiencia al paladar”, afirmó Lu Mejía en el portal TripAdvisor, donde la ciudad cuenta con un espacio que resume las bellezas naturales del lugar y los consejos acerca de sus diferentes establecimientos gastronómicos y hoteleros.
“Porto de Galinhas ya es referente no sólo para los viajeros que buscan un hospedaje agradable en uno de los lugares más bonitos de Brasil sino también para quienes desean descubrir la calidad de las comidas, independientemente del tamaño del restaurante” destacó Otaviano Maroja, presidente del consejo de Porto de Galinhas Convention & Visitors Bureau.
En este aspecto, esta región es rica en experiencias gastronómicas así como, ecológicas y culturales.
Esta localidad pernambucana nació como una villa de pescadores y ostenta más de 18 kilómetros de playas de arenas claras y aguas esmeralda, alejadas del barullo de la ciudad.
También se caracteriza por las famosas piscinas naturales, donde es posible apreciar la variedad de la flora y fauna submarina, única en toda la costa brasileña.
Además, se destaca por una infraestructura hotelera de nivel internacional que va desde pintorescas posadas a complejos con servicio todo incluido.
En cuanto a paseos culturales, los viajeros pueden visitar los ingenios azucareros que se levantan en las afueras del pueblo.
