ESCUCHARLa ciudad que se recuesta al pie de las montañas Rocallosas es amigable, relajada y prolija. Su pasado cobra vida en barrios icónicos protagonizados por edificios victorianos y decenas de museos de arte e historia, un paseo amenizado por centenares de restaurantes, cervecerías, cafés y pubs
Por Carolina Brenner – [email protected]
Instagram @carobrenner
A primera vista, Denver se parece a Córdoba. Al igual que La Docta, la capital del estado de Colorado es una gran metrópolis del interior del país que se dibuja sobre llanuras onduladas rodeadas por una cordillera serrana que en esta época del año luce tapizada de verde.
A diferencia de la ciudad argentina, su cordón montañoso colinda con las famosas Rocky Mountains o Rocallosas, cuyos picos con nieves eternas se descubren desde cualquier punto de la urbe gracias a una ley estatal que prohíbe construir toda estructura que pueda bloquear el paisaje.
El destino bautizado como la ciudad de una milla de altura, tuvo la suerte de encontrarse exactamente a dicha distancia a nivel del mar, lo que implica un sol más intenso, aire más pesado y la necesidad de beber agua con frecuencia.
También es conocida como la escala obligada para acceder a los centros de esquí durante el invierno boreal, pero en esta oportunidad recibió a seis mil visitantes que fueron invitados al IPW, el encuentro de turismo más importante de Estados Unidos, que este año lo eligió como sede.
Motivado por el evento, el gobierno local decidió “tirar la casa por la ventana” y agasajar a los operadores y medios del mundo entero convocados a la gran feria temática, con espectáculos, excursiones, eventos gastronómicos, fiestas e intervenciones.
El aeropuerto Internacional de Denver ofició de puerta de entrada principal de los invitados, que fueron recibidos por la notable hospitalidad de la gente del oeste norteamericano.
En la terminal aérea, los representantes de la organización del IPW se ocuparon de conducir a los pasajeros hacia el tren que durante poco menos de cuarenta minutos arriba a la Union Denver Station, la estación central ubicada en el corazón del centro comercial. Este flamante edificio fue renovado con motivo de su centenario hace cuatro años,y sorprende por la decoración señorial e impecabilidad plasmada en restaurantes y bares de gusto exquisito.
Una vez en la Union Denver Station, es muy fácil recorrer los alrededores a pie o utilizando el sistema de bicicletas compartidas rentadas.
A unos pasos del lugar, se arriba a 16th Street, paseo peatonal de aproximadamente 15 cuadras distinguidas por sus aceras de granito gris y rosa cuyo diseño se parece al de una serpiente de cascabel de espalda.
El circuito está flanqueado por una prolija arboleda decorada con lucecitas doradas, una cuarentena de cafés que balconean a la calle, tiendas comerciales y los icónicos autobuses gratuitos rojos y azules que atraviesan la arteria de una punta a la otra.
Artistas callejeros, turistas, empresarios que transitan a un ritmo pausado, amigos reunidos en una mesa de bar, carruajes tirados por caballos y uno que otro homeless asentado en una esquina, recrean el paisaje cotidiano.
También se cuelan entre la gente algunos personajes de sombrero de cuero y botas tejanas, como si fueran un holograma del vaquero del lejano oeste que ha protagonizado gran parte de la cultura popular de esta región durante los siglos pasados.
Cuentan que parte de la historia del lugar se remonta a los campamentos migratorios de los indios Arapaho y Cheyenne que habitaron la zona hasta que estalló la fiebre del oro y causó un auge poblacional junto a las disputas más violentas que trazaron lo que se conoció como el salvaje oeste.
En la década de 90, la localidad creció a pasos agigantados con un promedio de mil nuevos residentes por semana, incluso con un incremento de la población hispana y latina, diversidad se celebra en numerosos festivales como la del Cinco de Mayo y la de Martin Luther King Jr. Hoy, concentra 2,90 millones de habitantes y es considerado el condado más grande de Estados Unidos.
El pasado de Denver cobra vida en museos, barrios tradicionales y los cientos de edificios victorianos que se pueden apreciar, por ejemplo, en la pintoresca Larimer Square, una cuadra céntrica que encanta por sus fachadas multicolores, canteros floridos, tiendas elegantes, clubes de jazz, bares al aire libre y una docena de los mejores restaurantes del lugar.
Asimismo, la mayor concentración de estas típicas casonas de fin de siglo se encuentra en LoDo (Lower Downtwon), un distrito histórico de alrededor de una treintena de manzanas cuadradas, reconocido por ser el hogar de casi un centenar de brewpubs, como llaman a los pequeños establecimientos que producen su propia cerveza artesanal.
Vale destacar que el destino es famoso por su tradición cervecera, cuna de Coors Brewery, la cervecería más grande del mundo y del Great American Beer Festival, donde se ofrecen más de 6.700 cervezas diferentes para degustar.
Otro de los vecindarios emblemáticos es RiNo (River North Art District) un creativo espacio donde abunda el arte en estudios y galerías, y se destaca por el colorido de los murales callejeros.
Arte por doquier
En sus días como Viejo Oeste, la región del Colorado fue sede de una actuación de Macbeth antes de edificar una escuela o un hospital, y hoy recolecta más por las artes per cápita que cualquier otra capital americana.
Este impulso cultural se puede apreciar en sitios como el Denver Performing Arts Complex, donde se llevó a cabo uno de los eventos más convocantes del IPW, y que alberga diez teatros que reciben obras de ópera, sinfonía, ballet, y hasta musicales de Broadway.
Otros de los espacios culturales icónicos del lugar son el Museo Americano de Arte Occidental, el Hamilton Building que alberga al Denver Art Museum, diseñado por el arquitecto Daniel Libeskind, y el Museo de Arte Contemporáneo diseñado por David Adjaye.
En el plano deportivo, la urbe también se destaca por ser la única en construir tres nuevos estadios en la década del 90, como el Coors Field, el Sports Authority Field en Mile High y el Pepsi Center. Además, atrae por la cantidad de espacios verdes y la proximidad con una naturaleza impactante. Dentro del ejido urbano se encuentran más de docientos parques surcados por el río South Platte donde se puede practicar rafting y otras miles de hectáreas de predios protegidos en las montañas cercanas y la proximidad con las Rocallosas,
En este último plano, uno de las atracciones más visitadas de la zona, es el espectacular Red Rocks Park & Amphitheatre, el famoso anfiteatro encastrado en una formación gigantesca de monolitos de rocas rojizas cuya morfología parece el de una escenografía cinematográfica.
No es casual que este predio haya sido elegido por bandas como los Beatles o los Rolling Stone para ofrecer sus conciertos, así como también por los organizadores del IPW para cerrar el encuentro con el recital de la banda One Republic, que junto a un atardecer multicolor resultó un broche de oro espectacular del encuentro.
Agenda de viajes
Cómo llegar
Copa Airlines opera dos frecuencias diarias de Córdoba a Panamá, mientras que desde Panamá a Denver son cuatro frecuencias semanales. La tarifa con impuestos incluídos parte de US$ 1526.
Dónde dormir
Denver cuenta con casi diez mil habitaciones de hoteles, con propuestas de lujo como el Crowne Plaza Denver Downtown, Courtyard By Marriott y el Sheraton Denver Downtown, entre otros.
Qué hacer
• Caminar por la 16th Street.
• Cenar en Larimer Square
• Pasear por LoDo y RiNo
• Probar alguna de las más de 200
cervezas locales
• Visitar Red Rocks Anphiteathre
• Hacer compras en Cherry Creek
Más info
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